Así define María Angeles Mora Martín, presidenta de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Zamora, la Oficina de Gestión Urbanística: un auténtico caos. Nada que no sepamos los zamoranos. Nada que no sufran los empresarios de Zamora. Nada que no se haya denunciado. Si hasta el alcalde de esta noble y leal ciudad, Francisco Guarido, reconocía la pasada legislatura que ese caos, esa sin razón urbanística es la "espinita" que lleva clavada en el corazón. Ningún alcalde pasado, presente y me temo que también futuro ha hecho nada para acabar con la situación. A la señora Mora le asiste toda la razón cuando protesta. Me temo que sus quejas caigan en saco roto. Y todo porque hay quienes hacen de la Oficina de Urbanismo lo que les da la real gana, que para eso España es una monarquía parlamentaria.

Zamora no puede seguir así de impedida, con esa cojera tan acusada y sin posibilidad de poder utilizar las necesarias muletas municipales que contribuyan a que pueda hacer camino al andar. Que no me vengan con el rollo nada higiénico de que contra funcionarios, técnicos y demás multitud no se puede hacer nada. Hablo, obviamente, de aquellos que han creído que el servicio en el que trabajan es suyo y que por lo tanto pueden hacer y deshacer a su antojo. Esas personas a las que me he referido en más de una ocasión, están lastrando el progreso de Zamora, están invitando a los empresarios a mandar a la pobre Zamora a tomar por el saco. En esta ciudad, solicitar una licencia pasa por personas que están enfadadas con el mundo porque el mundo las ha hecho así.

Los zamoranos no tenemos lo que tienen en otras provincias de esta misma comunidad porque, de otra forma, ya eran historia hace tiempo. No sé por qué se les tiene tanto miedo. Si están ahí, donde están, es para servir al Ayuntamiento y al ciudadano agilizando todo lo susceptible de ser agilizado y no que las susodichas ponen indiferencia y olvido cuando no directamente zancadillas burocráticas. Y, luego, donde tienen que meter mano, donde tienen que vigilar porque se está cometiendo alguna irregularidad, pasan olímpicamente. Hay que instar al señor alcalde a que proceda. Tiene la amplia mayoría necesaria que le permite actuar como corresponde. No creo yo que la oposición sea tan tonta, todo es posible, como para poner piedrecitas en el camino de esa solución que vienen pidiendo a voz en grito tantos zamoranos.

Zamora necesita empresas que creen puestos de trabajo. Zamora necesita empresarios con ganas de invertir. Mucho me temo que con la fama que tiene dentro y fuera de nuestras fronteras la actitud de estas personas, los inversores desistan o se vayan a otros puntos de la geografía provincial donde pueden desarrollar sus proyectos sin tantos inconvenientes como se ponen en la ciudad. Lo malo es que esta ciudad se seca. Lo malo es que esta ciudad se queda sola, solitariamente sola, y tengo para mí que a estas tres les queda mucho para la jubilación.

María Angeles Mora ha sido muy valiente contando sin tapujos, sin miedo de ninguna clase, cual es el verdadero problemón de esta Zamora nuestra. Si será buena que apela al dialogo cuando el cuerpo pide a los afectados la vía judicial para tratar de ir abreviando, de ir ganando tiempo en esta especie de tomadura de pelo a la que diariamente someten a sus 'sometidos', las que ya sabemos. Tres eran tres.....