Ese es el significado de los galardones que concede CEOE-Cepyme al "Empresario del año". Reconocimiento y gratitud a los que ayudan a levantar Zamora, a mejorarla, a crear puestos de trabajo dignos, a quienes son el motor del crecimiento económico. Yo sé que en Zamora esas cuestiones van un poco ralentizadas. Pero van, que es lo importante. Entre las muchas empresas que permanecen, que no piensan en abandonar, que lejos de ello siguen invirtiendo y situando a Zamora en el mapa se encuentra Freigel Food. El empresario que el pasado sábado recibió el reconocimiento del orbe empresarial zamorano que representa CEOE, es David Sala Coll. Un empresario de raza que proviene de una gran estirpe empresarial.

El señor Sala Coll es consejero delegado de Freigel Food Solutions. Son vecinos de Roales del Pan, de toda la vida. En esa planta trabajan más de 250 empleados, está en crecimiento constante y hay que agradecer que sigan apostando por ese rincón de Zamora para ponernos en el mapa, para que de Zamora se hable no sólo por cuestiones que a nadie nos resultan agradables. Zamora tiene futuro, el señor Salas así lo cree, y no tiene intención alguna de arrojar la toalla. Siempre desde la seriedad, el rigor, la sencillez, el trabajo duro, la cercanía y una campechanía que se agradece sobremanera. Como es de agradecer que alguien que ya es nuestro, aunque venga de Cataluña, se enorgullezca de los productos de Zamora, nos pida que creamos en ellos, que apostemos por ellos y nos indique que es, precisamente en lo nuestro donde está la riqueza de una provincia rica que algunos se han empeñado en empobrecer.

Con estos reconocimientos que llevan consigo un envoltorio de gratitud, es de bien nacidos ser agradecidos, CEOE de Zamora pone de manifiesto algo en lo que creo firmemente: el futuro de Zamora está en manos de los empresarios, de los que creen en Zamora y apuestan por Zamora, vengan de donde vengan. Siempre hemos confiado a los políticos el desarrollo de nuestra tierra y nos hemos equivocado de medio a medio. El desarrollo de Zamora está en manos de los empresarios, digan lo que digan los decidores de beneficio y puede que también de oficio. Necesitamos empresarios responsables, serios, eficaces y eficientes y con un compromiso firme por Zamora. Si les dejan, si no les ponen trabas burocráticas a las que nadie nos acostumbramos, Zamora saldrá de este marasmo de soledad, de angustia vital, de desequilibrio emocional, de ineptitud, de flojera emprendedora.

Los políticos, que faciliten las cosas, que dejen de creerse el ombligo del mundo y actúen en consecuencia, arrimando el hombro y ofreciendo garantías a los que vienen a pronunciar con su presencia y su apuesta por Z-amor-a una lección de amor a esta tierra, una lección de confianza, una lección de futuro. En Zamora tenemos muchos y buenos empresarios a los que hay que dejar actuar sin ponerles zancadillas. Hay que apoyar al sector, a los nuevos y a los veteranos, a los de aquí y a los de allá, a los propios y a los adoptados. Sería una de las formas de impulsar la Zamora imparable que todos queremos. Por cierto, yo que creo en el equipo, la soledad ni para escribir la quiero, entiendo que no detrás, sino al lado de empresarios como David Sala Coll, hay grandes directivos como José Alfonso Herrero, un tipo estupendo, dialogante, que quiere a Zamora y sobre todo quiere lo mejor para los zamoranos que no pasa única y exclusivamente por sus fabricados. El de Freigel ha sido un merecido reconocimiento del que me alegro y enorgullezco. "Sort i gràcies" señor Sala. Ah, y "enhorabona".