"Adiós al primer intento". El Zamora CF no pudo ascender el domingo a Segunda B, pero puede seguir trabajando para intentarlo por un camino más largo -como decía Manuel López-Sueiras en el reportaje que publicó al día siguiente este diario- a través de las dos eliminatorias que le quedan por delante a los rojiblancos.

El domingo de la semana anterior a esta derrota en la que la afición rojiblanca dio el do de pecho apoyando al equipo zamorano, también el pueblo zamorano se jugaba en las urnas un pequeño ascenso que le sacara de los últimos puestos de tercera división nacional en la clasificación social y económica. Es decir, nos jugábamos el pase de la Tercera División social a Segunda B como en el fútbol, si es que no estamos ya en la categoría regional no preferente o en la provincial vaciándonos o viniéndonos a menos.

Nos jugábamos el ascenso social en Europa, en la Comunidad y en cada pueblo y ciudad. En dos de las tres urnas descendieron los del equipo azul de la gaviota, y en los tres municipios mayores, Zamora, Benavente y Toro, sufrieron una rotunda derrota. Pero mantuvieron el juego en la mayoría de los pueblos de la provincia, de tal manera que aunque no ganaron por goleada como en los treinta últimos años, se están jugando en este momento la Diputación en el play-off, por un camino más largo.

El gobierno de la Diputación se juega en el play-off, en el que depende de los cuatro diputados rojos de izquierda unida y del naranja de Ciudadanos. Y si el juego por la izquierda se revela claro y limpio desde el primer tiempo, en el centro del campo es posible cualquier jugada, dados los precedentes en la institución en la que el único diputado del equipo naranja acabó metiendo un gol en propia puerta al pasarse a los azul-niní (del himno del PP, niní, niní nininininí...) al final de la temporada anterior.

Eso si no hay amaño de partidos como se está descubriendo en el fútbol, o juego sucio por el flanco derecho, como pasó en otra jornada histórica en la que se amañó el partido en cuanto se pitó el inicio con la "jugadita" contra su equipo del socialista Antorrena.

Pero al margen del color político de la camiseta que habrá que lucir o sudar, en el gobierno o en la oposición de la Diputación, quienes nos jugamos el ascenso somos los zamoranos de a pie, cada vez menos y más viejos, y con menos pensión y con menos renta, y con menos trabajo y con los más jóvenes emigrando. Hasta el punto de que no sé si podremos seguir manteniendo el equipo para jugar en tercera.

En la liga provincial, la de los pueblos, se ha mantenido la goleada del equipo popular, seguida del socialista y de los equipos locales con colores propios. Sólo diecisiete de los doscientos cuarenta y ocho municipios están pendientes del play-off de los pactos, de los cuales siete dependen de ciudadanos. Por eso no es de extrañar que se pueda llegar a la estafa del cambio de cromos entre unos y otros, sobre todo cuando además de la Diputación, también se juega en la eliminatoria el color de la Junta de Castilla y León. La política es así, o eso parece.

El Zamora CF necesita que su entrenador consiga "recuperar anímicamente a su equipo, hacerle creerse de nuevo un campeón, y olvidar lo antes posible la desgracia en una eliminatoria". Es difícil olvidar que perdieron por un gol en propia puerta, pero cuenta con la adhesión inquebrantable de la afición. "El fútbol es así".

La provincia de Zamora necesita un trato igualitario a todos los pueblos, transparencia en las oposiciones y en las adjudicaciones a empresas, prioridad en las inversiones a los servicios básicos, igualdad en el acceso a los servicios, apoyo al empleo, y buenas comunicaciones, entre ellas internet para que no nos quedemos aislados. Cuenta con buenos jugadores y buena afición, pero han fallado los entrenadores.

En cualquier caso, el Zamora CF ha dado ejemplo de deportividad porque ha sabido perder. No como los del equipo de Vox que entraron en las Cortes aporreando y pataleando, y no entraron en el ayuntamiento de Zamora pero insultaron a los ganadores llamándonos "canallas" por cantar la Internacional, el himno que aúna a la clase obrera del mundo todos los Primeros de Mayo. (Otra cosa es que fuera por lo mal que lo cantamos, que eso sí que no tiene perdón).

Finalizo con la esperanzadora frase con la que acababa el reportaje sobre el fútbol: "La lucha por el ascenso no ha hecho más que comenzar y hoy mismo se iniciará una nueva etapa en la que seguro que el Zamora seguirá poniendo todo de su parte".

En el juego deportivo, seguro que es así. En el político, ojalá que no haya zancadillas, ¡ni manos!

¡Aupa el Zamora CF! ¡Aupa el ascenso social a primera división de nuestra provincia!

¡Arriba parias de la Tierra! Y de nuestra pequeña tierra, Zamora.