Según el Supremo la responsabilidad de la suspensión de los presos independentistas es del Congreso, entonces, ¿dónde está el problema? ¿A qué espera la señora Batet, flamante nueva presidenta de la Cámara Baja? No valen excusas. No hay que esperar a las elecciones del domingo para mantener en vilo a la ciudadanía. No pueden estar permanentemente siguiendo el dictado de Pablo Iglesias. El líder de la formación morada se está echando encima él solito a la opinión pública con sus salidas de pata de banco. La última, en la que critica al empresario Amancio Ortega le está valiendo la reprobación de la práctica totalidad de la sociedad española. Pedro Sánchez no puede ir a rebufo de lo que diga este señor, como tampoco puede mantener la situación que se ha planteado.

La Mesa del Congreso tiene que hablar sin demoras y hacerlo como corresponde. No todo vale en democracia, digan lo que digan ciertas voces interesadas. Al paso que vamos, los delincuentes de todas las cataduras tendrán cabida en ambas Cámaras 'porque España es una democracia', reflexión que se hacen muchos de los implicados. Se ha llegado a esta situación por culpa de la tibieza del PP y del Psoe. Primero, remontándonos en el tiempo, con los Pujol y con posterioridad con Artur Mas y compañía. Ese ha sido el problema. La tibieza y la permisividad de González, la de Aznar, la de Zapatero, la de Rajoy y la de Sánchez. En el tema catalán los presidentes del Gobierno están cortados por el mismo patrón.

Meritxel Batet, en su nuevo papel institucional, no puede convertirse ni en cómplice ni en rehén del independentismo catalán. Por cierto, Otegi está engrasando las pistolas dialécticas para empezar a reivindicar la autodeterminación en Euskadi. Lo ha dispuesto todo para presentar su nuevo estatuto soberanista el próximo junio. Un terrorista haciendo propuestas, avalado por un individuo de extrema izquierda. Tanto miedo como han metido y meten con la extrema derecha y están dejando pasar todas las barrabasadas de la extrema izquierda que quiere meterse en el Gobierno de Sánchez, aunque sea con calzador.

Tanta manga ancha para el independentismo catalán que, al final, vamos a tragar 'presos políticos' hasta en el Parlamento Europeo un día sí y otro también. Nuestros europarlamentarios tendrán que emplearse a fondo, excepción hecha de los podemitas, para evitar que cuele y que cale el mensaje que pretenden ofrecer de España. Un mensaje mentiroso. Un mensaje doloso. Un mensaje asqueroso. No hay ni un solo sedicioso europeo campando por sus respetos libremente de un país a otro, que no sea Puigdemont. Cómo es posible que no haya una orden internacional que ponga fin a sus desvaríos. Cada día se me parece más a Napoleón, al peor Bonaparte.

Y mientras Sánchez se lo piensa, Batet sigue recibiendo presiones de Podemos. Como puede ser que la mayoría esté a favor de la suspensión y sólo una formación, la morada, quiera que sigan ocupando escaño. Vaya comienzo de legislatura. Cabe esperar que, un poco más baqueteado, Sánchez no caiga en trampa alguna. Alguien tiene que emplear el sentido común, alguien tiene que decir ¡basta! a esta situación, alguien debe actuar con sentido de Estado poniendo las cosas en su sitio.

Si la responsabilidad es del Congreso de los Diputados, que se reúna la Mesa y actúe en consecuencia al grito de ¡ya! Sin más demoras.