Y aquello, lo que el martes se vio y se vivió en el Congreso de los Diputados fue un esperpento. Si de una plaza de toros se hubiera tratado diríamos que había bravos, algunos nobles y también un mansurrón que destacaba por encima de los demás, Oriol Junqueras, cuya declaración de amor a España durante el juicio del 'Procés' no fue otra cosa que parte de la puesta en escena, parte del esperpento en el que ha caído el independentismo catalán y esa parte de españoles que los jalean y aplauden, entre los que se encuentran muchos miembros de ETA. Puesta en escena que se ha materializado en el Congreso de los Diputados.

Los españoles normalitos, no entendemos muy bien qué pintaban allí Romeva Rull, Turull y toda esa gente procedente de la cárcel, utilizando los móviles que pagamos todos los españoles y pasando una mañana estupenda también pagada por todos los españoles. Los ciudadanos normalitos no entendemos a qué juegan los jueces. Como no entendemos que el Congreso de los Diputados, de mayoría socialista, no ponga de patitas en prisión a esta gente que contravino la legalidad, la Constitución y todo lo que se les puso en sus catalanes cullons.

A la hora de jurar o prometer la vergüenza estuvo servida con la anuencia de la nueva presidenta de la Cámara Baja. Que nadie piense que la catalana Batet va a dar jornadas de gloria y lecciones de democracia y saber estar como las protagonizadas por la zamorana Ana Pastor que contaron con el beneplácito de propios y extraños. La cabra siempre tira al monte y la Batet, ahora que el PSOE tiene mayoría, va a hacer lo que le venga en gana siempre bajo la estricta supervisión del jefe que lo tiene cerca en la bancada azul, inmediatamente delante de los diputados de VOX.

De entrada la nueva presidenta defendió la forma de votar, insultante para España, la Constitución y la democracia, de algunos elementos que han llegado al Parlamento español a joder la tana, así de claro, no me sale de otra manera. A río revuelto, ganancia de pescadores y el independentismo catalán ha visto en el Parlamento ese río en el que pueden pescar los peces que quieran en cuanto el Gobierno flaquee y con una presidenta que siempre va a remar a favor de Cataluña pero no sé si hará lo propio a favor del resto de España. Todo se verá. La XIII Legislatura ha echado a andar y todavía es pronto. Así y todo los pronósticos son claros.

Se alzó el telón y en escena el mayor esperpento desde aquel otro protagonizado por la Bescansa, su teta mamadora y su 'rorro'. Si hasta Vallé-Inclán resucitó por unas horas para dar carta de naturaleza al 'esperpento'. Esperpénticas fueron las camisetas que lucieron tres diputados del PSOE con las que quisieron provocar a los de Abascal que hicieron caso omiso. Pase lo de las camisetas, pero no lo de los presos políticos, cuando Junqueras, Romeva Rull, Turrul y Pocurull están en prisión por su plan golpista, juzgados bajo la acusación de rebelión, malversación y sedición. Pudieron hacer las cosas de forma bien diferente, respetando la letra de la Constitución que nos hizo a todos libres pero no iguales. Salvo que Sánchez se ponga las pilas, hay unos presos sediciosos ocupando escaños que no les corresponden. A este paso, acabarán sentándose delincuentes de todas las cataduras, narcos incluidos, pederastas, asesinos y otros miembros de semejante fauna. Eso no es lo que han votado la mayoría de españoles. Señora Batet, señor Sánchez, va a ser muy difícil explicarles a los españoles porque toleran eso y no así lo contrario que hacen y dicen los de Casado y Rivera.