Mi hermana y yo somos propietarias de una casa en el lugar de Villar de Farfón. Lo alquilamos a una pareja joven con un niño. Ella lleva una explotación porcina en Junquera de Tera y él se dedica a la albañilería. Depositaban el dinero del alquiler - 150 euros - en una cuenta bancaria de la que, realmente, no nos preocupábamos. En el mes de mayo de 2017, por casualidad, me di cuenta de que no se había pagado la renta de esa casa desde septiembre de 2016. Llamé al inquilino quien me dijo que llevaban desde diciembre sin vivir allí. No lo habían comunicado (después lo justificaban por haber perdido el teléfono, pero en el pueblo hay mucha gente que tiene nuestros teléfonos). Les reclamé los meses que habían vivido y no habían pagado. Tardaron meses en pagar la deuda reclamada, aunque se había incrementado porque no habían entregado las llaves de la casa y seguían utilizándola como almacén. Entregaron las llaves en el mes de agosto, sin pagar la deuda desde diciembre como correspondía. Uno de nuestros primos recogió las llaves e hizo fotografías del estado en que había quedado la casa. Lamentable. Se llamó repetidamente a los inquilinos, en particular a la mujer, que dejó de contestar al teléfono. Llegó un momento en que solo se le pidió que repararan el desastre que habían dejado en la puerta de entrada, una puerta de madera que mi padre había mandado hacer antes de su muerte. La parte de arriba era de cristal y reja, y la habían quitado para instalar un pedazo de madera con un orificio para que saliera la tubería de una estufa. Como por el orificio podía entrar lluvia, nieve o cualquier otra cosa, antes de invierno tuvimos que ir a buscar quien hiciera la reparación. Ahí tuvimos suerte porque un honesto trabajador reparó la puerta.

Si esto sucede de vez en cuando, tal como conocemos por los periódicos, este caso es especialmente lamentable porque la mujer que ha tenido este comportamiento - que no califico, porque se califica solo - era, y ha sido hasta ahora, la alcaldesa mayor de Vega de Tera y pedanías. Es realmente increíble que se ponga al frente de una corporación, sea del tamaño que sea, a personas de esta índole. Flaco favor le hacen al partido, que probablemente desconoce las actuaciones de la alcaldesa, pero deberían vigilar e instruir a los ediles de que su conducta ha de ser intachable, y que han de servir a todos los que forman parte de la corporación o tienen intereses en ella. Además han de exigirles conocer y practicar las formas y normas de actuación - aparte de la buena conducta la buena educación - , pues el alcalde, la autoridad, ha de ser un modelo para el resto de los vecinos.