El próximo domingo volveremos de nuevo a los colegios electorales para elegir a nuestros representantes en el Parlamento Europeo, en las Cortes Regionales de Castilla y León y en nuestros ayuntamientos. Por la importancia de lo que se nos viene encima, estas líneas quieren ser de nuevo una llamada y un canto a la participación política de los ciudadanos, expresada, en este caso, en un acto de mucha trascendencia: seleccionar a quienes queremos que sean nuestros representantes en esos espacios de poder donde se toman las decisiones que terminan por afectar a nuestra vida cotidiana. Por eso es tan importante tomarnos muy en serio el acto de votar, esto es, la acción de elegir entre todas las ofertas políticas que se presentan ante nuestros ojos aquellas que, en nuestra modesta opinión, consideramos que pueden defender mejor los intereses particulares y, sobre todo, los intereses generales de los ciudadanos de un determinado territorio, ya sea España, Castilla y León o la localidad donde pasamos la mayoría de nuestro tiempo.

Aunque las elecciones que vamos a celebrar el domingo sean importantes, hoy quiero destacar sobre todo el significado de la política municipal y, de modo muy especial, alabar a quienes han tomado la decisión de presentarse ante sus vecinos para ser elegidos alcaldes o concejales. Todos, indistintamente del color político, merecen mi reconocimiento. Porque nunca ha sido fácil dedicarse a la gestión de los asuntos que afectan a los ciudadanos, esto es, de estar pendiente de que las luces de una localidad funcionen, de que el agua llegue a los hogares en óptimas condiciones, de que el saneamiento o la recogida de basuras se realice de la mejor manera posible, de que las calles estén asfaltadas, de que los parques y jardines estén cuidados y luzcan como nos merecemos, de que las comunicaciones viarias que nos unen con las localidades vecinas sean decentes, de que, en fin, cualquier aspecto, por insignificante que pueda parecernos, esté solventado. Y para eso, como es lógico, se necesitan personas comprometidas con sus vecinos.

No obstante, pese al esfuerzo que merece la gestión de los asuntos municipales, no siempre es suficientemente reconocida. Por ejemplo, hay ciudadanos que solo piensan en sus intereses particulares y creen que el alcalde o los concejales de turno solamente están para que nos lo den todo resuelto y que eso de implicarse en la vida municipal solo es cosa de los políticos de turno. Por el contrario, hay ciudadanos muy comprometidos que saben que el éxito de un pueblo o una ciudad es el resultado de aprendizajes colaborativos, de participaciones activas y constantes, de compromisos colectivos, de mirar por el interés general antes que por los intereses particulares, de echar una mano a quien lo necesita, de comprometerse con quienes están a nuestro lado, etc. Por eso es tan relevante fortalecer las redes de participación de los vecinos desde la esfera del poder municipal. Y por eso es tan importante agradecer el papel de quienes van a representar a sus vecinos. Por tanto, vayan desde aquí mis reconocimientos para todas y todos.