No un día, todos los días deberían ser el día de la MADRE, con mayúsculas, las mayúsculas de la admiración, el amor y el respeto más profundos. No me he equivocado. Ya sé que el 'Día de la Madre' ha pasado y ha servido para poner de manifiesto, una vez más, la gilipollez de los componentes de algunos partidos políticos que, como no tienen otra cosa que hacer, como en España en general y en Cataluña y Valencia en particular no hay otras más acuciantes, se dedican a ejercer de jueces y parte en el contenido de algunos anuncios.

Esta vez el dislate se ha cometido contra El Corte Inglés, concretamente contra el anuncio con motivo del 'Día de la Madre', en el que homenajeaba merecidamente el papel esencial de la madre en la familia. La madre como la entendemos los hijos: entregada, trabajadora, amorosa, responsable, comprometida con el más hermoso papel de la mujer, el de madre. Pues bien, como todo el mundo sabe, la izquierda radical y no tan radical se ha echado encima de El Corte Inglés poco menos que pidiendo el cierre de todas sus tiendas en España. Pobres de nosotros. No sabríamos, porque la meteorología no es una ciencia exacta, ni cuando es primavera ni cuando es otoño. Porque si no fuera por esta firma internacional, las estaciones se sucederían sin pena ni gloria.

A cierta izquierda, hablar de la madre en esos términos elogiosos, que bien la definen, no les gusta. Para Compromís, PSOE, Podemos, Confluencias, Mareas y demás maremágnum tales afirmaciones contribuyen a consolidar el 'heteropatriarcado' machista. Las multas pueden ser de aúpa por, según ellos, fomentar 'Estereotipos retrógrados del siglo XIX'. Incorporada al mercado laboral o ama de casa, viuda, soltera o separada una madre es siempre una madre en cualquier siglo.

Libertad de expresión para las 'femen' pero no así para El Corte Inglés al que ha expedientado la Comunidad Valenciana. Nos quieren doblegar. No quieren que reconozcamos lo que por nosotros reconocía el citado anuncio: que una mujer es "97% entregada, 3% egoísmo, 0% quejas, 100% madre". Señores, la mía me ha dado tanto a lo largo de la vida que compartimos en amor y compaña, con momentos duros y difíciles dada su edad, 94 años, y también buenos y hermosos momentos, que yo tendría que nacer cien veces para poder devolverle ese cien por cien que dice el anuncio y mucho más. Esas 24 horas al día, todos los días, preocupándose por mí. Así es la madre de todos nosotros, los que podemos llamarnos 'normales', luego está esta hornada que ha ido a parar a la política que intenta implantarnos un argumentario ideológico, que se han travestido de Torquemada y que quieren imponer el pensamiento único incluso para hablar de nuestras madres, de las de todos y cada uno.

No quieren que valoremos su esfuerzo, su trabajo, su dedicación, quieren imponer un modelo único que nada tiene que ver con la realidad. No me extraña que haya tantas familias molestas, tantos colectivos molestos y El Corte Inglés pagando el pato a su 'osadía', a su homenaje, a su visión exacta de lo que es una madre, 100%. Por favor, que no traten de doblegarnos a golpe de sanciones y de multas. Eso se hace en los regímenes totalitarios pero nunca en sistemas democráticos modernos como presuntamente es el nuestro. Ya ni sé. Si el estereotipo de mujer que quiere imponer la izquierda radical, con algunos silencios cómplices, es el de 'femen', el mundo se acabará antes de lo previsto por Nostradamus.

Que me multen si quieren. Yo apoyo la campaña de El Corte Inglés por su defensa valiente de las madres de siempre. Como la suya y la mía. Como son las madres.