No me refiero a los de cuatro patas. Me refiero a esos bestias de dos patas que no saben si matan o espantan. Me refiero a esos bestias que hacen del maltrato físico, ya sea a otro ser humano o a un animal, su entretenimiento favorito. Recientemente, un ciudadano de La Rioja ha sido detenido, acusado de un delito de maltrato animal, ya que mató a golpes a su perro y, después, lo arrojó a un contenedor de basura. El "canicidio" le pudo haber salido gratis, pero hete aquí que las cámaras de seguridad han permitido constatar el maltrato que sufrió el pobre animal antes de morir. Claro que, para animal, el maltratador.

No ha sido este el único caso del que nos hemos enterado en las últimas semanas. Otro individuo apuñaló y mató a su perro y lo escondió en una maleta. Casos de los que nos enteramos por diversas circunstancias. Otros muchos pasan desapercibidos. Al riojano en cuestión, el "canicidio" le puede hacer enfrentarse a una pena de entre seis y 18 meses de prisión. Y alguno más añadiría yo. Para qué quieren perros en casa si luego o no les hacen caso o los dejan morir de hambre o los maltratan. Traslade eso a las personas mayores vejadas y maltratadas sobre todo en ciertas residencias, a las mujeres víctimas de violencia doméstica o a tantos niños cuya suerte está echada desde el momento mismo de su nacimiento.

Tampoco hay que sacar las cosas de quicio. No sé dónde he leído que a "los perros se les falta el respeto si se les quita la dignidad intentando humanizarlos, atribuirles emociones o una inteligencia humana que no poseen". Creo que es opinión generalizada o casi entre los veterinarios. Un perro es un perro. El mejor amigo del hombre, que nadie lo dude. Con cuanto cariño recuerdo a 'Suerte' y a 'Chispa' mis dos perritas que, digan lo que digan los profesionales, eran como dos personitas, con una capacidad para el cariño y sobre todo para la fidelidad y la lealtad a sus dueños encomiable. Fidelidad y lealtad que a los seres humanos les cuesta más mantener.

Los perros se merecen nuestro respeto. El perro de mi amiga Patricia Rodríguez, que se llama Bosco y a quien yo me empeño en llamar Borja porque me sale antes, habría que hacerle un monumento, por su mansedumbre, por su bondad innata, por su fidelidad, por su cariño, son tantas las cualidades y las calidades de Bosco. Otro tanto le ocurre a mi amiga Patricia, es tanta su calidad humana, que, posiblemente, Bosco, sea su fiel reflejo, ni más ni menos. Nunca he sabido si es Patricia quien saca de paseo a Bosco o es Bosco quien saca de paseo a Patricia, pero da gusto verles tan compenetrados.

Estimo, como tantos profesionales del sector, que a los perros se les demuestra más respeto si no se les disfraza. Menudo mercado se tienen montado los que venden los abriguitos, los lacitos y todas esas chorraditas que travisten a nuestras mascotas. Suerte y Chispa no las querían, jamás se 'vistieron' para salir a la calle, ya llevaban su precioso y propio 'abriguito' de pieles con el que les sobraba para ir bien vestidas. Hay quienes le tienen a la mascota incluso armario ropero y eso es rizar el rizo. Que vistan al desnudo, tantos niños, y se dejen en paz de 'snobadas'. No se puede tener una relación insana con las mascotas. Para dignificarlos hay que tratarlos como lo que son y dejarse de numeritos. Es mucho peor que los perros de un vecino maten a un adolescente o que una niña se vea atacada por un perro y sufra la pérdida de una oreja.