Me permito comenzar este comentario al 3º domingo de Pascua citándoles el libro de Luigino Bruni, titulado la 'Destrucción Creadora'(Ed. Ciudad Nueva). El autor en ocho magníficos artículos plantea cómo afrontar las crisis en las organizaciones motivadas por ideales. Una de sus tesis es afirmar que cuando dichas organizaciones (eclesiales, administrativas, sociales,?.) creen haber llegado al éxito, ahí en ese instante, comienza el declive.

Esto es lo que está pasando en nuestra sociedad del bienestar y por qué no decirlo en muchos ambientes eclesiales. Como hemos vivido de las rentas, ahora en tiempos de grandes cambios, no sabemos cómo afrontar los retos que tenemos.

Por esto, creo que las lecturas de hoy son muy clarificadoras. En primer lugar porque los primeros cristianos trataron con su testimonio no de explicar ni convencer sino invitar a la misma experiencia que hizo posible la absoluta seguridad de que Jesús estaba vivo.

No pretenden decirnos lo qué pasó en un lugar y momento determinado, sino transmitirnos la experiencia de una comunidad que está deseando que otros seres humanos vivan la misma realidad que ellos estaban viviendo. En aquella cultura, la manera de transmitir ideas, era a través de relatos, que podían estar tomados de la vida real o construidos para el caso. Es innegable que fueron perseguidos y que entregaron su vida por un ideal.

El testimonio de los cristianos perseguidos en tantos países como en Sri Lanka de hace unos días, dan fe de esta realidad.

En segundo lugar lo reconocen.. La dificultad de reconocerle se manifiesta en que solo uno lo descubre, el que está más identificado con Jesús. Reconoce al Señor en la abundancia de peces, es decir, en el fruto de la misión. Solo el que tiene experiencia del amor sabe leer las señales. El éxito, es señal de la presencia del Señor. El fracaso delataba la ausencia del mismo. Juan comunica su intuición a Pedro. Así se centra la atención en éste para introducir lo siguiente. Porque al preguntarle por 3ª vez, Pedro ¿me amas?, pone en relación este episodio con las tres negaciones. Espera una rectificación total. Ser amigo significa renunciar al ideal de Mesías que se había forjado. Jesús no pretende ser servido sino que sirva a los demás. Pedro comprende que la pregunta resume su historia de oposición. Por tanto, quien ama reconocerá a Jesús vivo y podrá dar testimonio de la alegría y de la paz que el Señor te ofrece. ¿qué piensas tú? ¿serás portador de alegría y de paz?. Estos son los signos de la fe en el Resucitado. Animo.