"Lo dejo cuando quiera" es un filme divertido, a ratos descacharrante y con más ingenio del habitual en la comedia española. Tiene un buen elenco de actores, pero destacan una jovencísima Mero González (llamada a ser un puntazo) y un muy veterano Luis Varela. Bien, el caso es que la niña Jota, que interpreta Mero, suelta de vez en cuando a los varones unos castañazos de órdago, sin venir mucho a cuento, y cuando esto ocurre la gente se muere de la risa. Es algo que he visto últimamente en otras pelis, y viene a ser un sustitutivo de las carcajadas que antes soltaba el personal cuando alguien se daba un buen golpe o a un impedido le pasaba algo (esto último ahora lógicamente censurado por razón humanitaria). Así que, constato, una cierta violencia de género invertida, dando leña al mono-macho, es ahora un recurso de la vis cómica. Supongo que formará parte de los tiempos.