Ya lo advirtió hace años Julio Anguita: "la progresía es el sumidero por donde se han ido las ideas de la izquierda". Y no solo es el sumidero sino también la enterradora de la izquierda en España y Europa, y es que el auge y crecimiento espectacular de Vox no se explica sin ellos, sin los progres.

Por eso rabian, porque saben que si Vox este domingo puede ser la segunda fuerza política del país liderando la derecha y disputando al PSOE la formación de gobierno es porque han encabronado a millones de españoles con sus políticas "culturales" y de "diversidad": ese falso feminismo - nada que ver con la lucha por los derechos de las mujeres - que en el fondo encierra el odio al varón (misandria) con su dictadura de género, esa cristianofobia donde no pierden ocasión de atacar a la religión mas perseguida del mundo mientras ofenden a las víctimas del terrorismo yihadista hablando de "islamofobia" y "supremacismo blanco", ese conchabeo con los separatistas regionales - los rufianes y proetarras de turno - mientras denigran todo lo español y criminalizan y ridiculizan el amor a España, esa migrofilia que acaba perjudicando a los españoles y sus derechos laborales y a la seguridad en nuestras calles aunque luego los medios hagan apagones informativos cada vez que quienes perpetran un crimen son extranjeros, esa endofobia (autoodio) que permite que el racismo antiblanco sea el único aceptable y políticamente correcto a pesar de casos como el de la niña de Azuqueca, esas discriminaciones positivas que acaban convirtiéndose en tiranías contra la mayoría..., esas políticas son las que harán que a partir de este 28A nada vuelva a ser igual. Vox, es consecuencia de todo eso.