Al forastero, hoy, le preocupa encontrar hueco en una barra de bar o mesa con menú o sitio en las aceras. Como estamos en campaña, quienes vienen por la política, tan solo se preocupan del dos y pringada electoral. Lo demás parece procesionalmente lo mismo. Siente el forastero que aquí nunca pasa nada, que nadie se movió en estos años, ni se moverá tras las próximas elecciones. Una Zamora de paso donde garrapiñan votos los de siempre. Pero arde ya otra cera.

Les cuento la que llevamos armada aquí desde hace años para lo que era Zamora, y lo que vendrá, si conseguimos que la Diputación cambie de gobierno y el ayuntamiento deje de ser un centro de formación profesional para políticos oportunistas. Les pongo al día.

La coordinadora de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, nos hicimos, al principio, más kilómetros que Induráin. Fue duro. El PP consiguió que sus alcaldes no salieran de casa, y las asambleas en los pueblos eran frustrantes. Pero a base de explicar las cosas, con ayuda de la cruel realidad, en contacto con nuestra procuradora de Podemos en las Cortes que llevaba peticiones y traía información, y de otros procuradores que quisieron ayudar, acabamos siendo la provincia que más autobuses fletó a la manifestación por el derecho a la sanidad pública (partidos, plataformas, sindicatos, menos el PP, pusimos los autobuses que sí llevaron alcaldes del PP). 50.000 personas tuvo la manifestación. Y que acabó con la denuncia penal contra el Consejero de Sanidad, el Gerente Regional de Salud y el Gerente de Asistencia Sanitaria de Zamora, llevada a cabo por UGT. Siempre advertimos que la Mesa por la Sanidad era una farsa, y desde la Plataforma anticipamos que el desmantelamiento de los servicios públicos era premeditado. Forastero, usted que viene a pasar unos días, aquí estamos en pie de guerra para que se le atienda con los medios necesarios en algún centro de salud. Porque los quieren quitar y, si nos los quitan, ustedes no querrán venir ni nosotros quedarnos.

Ha sido un trabajo político duro, consiguiendo soluciones cuando: Los jefes de servicio de medio ambiente se lucraban irregularmente con el operativo contra incendios forestales. No se efectuaban las inspecciones ambientales en instalaciones ganaderas. Eran contaminantes los vertidos procedentes de las obras del AVE en Sanabria. Las macrogranjas porcinas ponían en peligro la calidad de nuestras tierras. Impedimos el peligroso abastecimiento de agua para consumo humano a los pueblos sin controles de la calidad y sin cisternas adecuadas que daban sabor de leche y vino al suministro. Nos manifestamos en contra de la ampliación del Parque Lago de Sanabria. Denunciamos la falta de atención cultural en los pueblos. El vertedero de Fresno de la Ribera o el problema del agua en Sayago. Hemos ayudado al éxito del colectivo Fermoselle Atrévete y otros movimientos sociales. Propusimos un modelo de la PAC que defienda la agroganadería no intensiva.

Estos años, nuevos colectivos se han unido a la lucha. Zamora 10 y Viriat@s son proyectos que advierten de la falta de industria y reclaman medidas para el comercio. Se llenaron las calles en cada protesta contra la violencia machista. Los Barrios ya no se conforman con las subvenciones y exigen una ciudad abierta y renovada. No nos resignamos a abandonar a Baltasar Lobo en un espacio inadecuado. Y vecinos denuncian que el proyecto de Museo Semana Santa se pasa de altura. Zamora es un no parar.

Forastero que quizá sólo te enseñaron austeridad y silencio, Zamora no es lo que era. Aquella de la traición y mucho miedo siempre, no existe ya. Vuelva pronto. Lo que le queda de ver.