Esta carta no me correspondía escribirla a mi, el destino es caprichoso y me invita a poner negro sobre blanco y de manera pública el reconocimiento personal a una gran persona, empresario y profesional de gran calidad humana y sobre todo y ante todo dió pie y abrió la puerta a la vida empresarial a mi padre Elier Ballesteros.

No podía hablar de otra persona, D. Juan José Ledesma. Corrían los años cincuenta cuando con tan solo catorce años empezó mi padre Elier, en casa Topas como es conocida la empresa, siempre me contó mi padre una anécdota de los primeros días, el Sr. Ledesma y su esposa Exuperancia, se fueron al cine y le dejaron con 10 cerdos para deshacerlos, llegaron del cine y allí estaba mi padre sentado encima de uno y esperando porque no sabia como empezar la faena el Sr. Ledesma se remango la camisa y se pusieron los dos manos a la obra,,,, o cuando amasaban chichas con su amigo Felipe Rebollo y le decía que debajo de la artesa había un duro,,, o cuando se iban a los pueblos a cambiar el tocino por jamón, en aquella época hacia mas falta el tocino que el jamón, y por un kilo del trasero del marrano te daban 5 de tocino o muy parecida la proporción, cosa que esos jamones eran llevados al País Vasco, o Zaragoza para dar cuenta de los buenos manjares y viandas de las tierras zamoranas.

En el 66 mi padre fué a repartir a un cliente al mercado de Toro y le dice que es el ultimo pedido que se va y deja el mercado, muy visionario como siempre, mi padre se lo dice al Sr. Ledesma, que quiere establecer por su cuenta, con el disgusto pertinente pues era como un hijo mas. D. Juan José Ledesma le ayuda en todo, le monta la tienda, el negocio y le dice que a partir de ahí "vuele solo", cuando se fueran teniendo recursos económicos, irían haciendo cuentas. Esa fué la primera piedra puesta en lo que hoy es Embutidos Ballesteros, los consejos en el tiempo fueron el principal pilar de esa relación.

Maestro, padre, hermano, abuelo..no tiene el diccionario calificativos para poner a D. Juan José Ledesma, aunque el cariñoso que perduró en el tiempo terrenal y ahora en el lugar donde se encuentren de mi padre hacia el era "el jefe". No hay día que no fuese con mi padre que no se acordara de su Jefe ,siempre recordando que fue para mi un segundo padre, y esto es de agradecer? y mucho , siempre detrás de un gran hombre hay una gran mujer,,, la Sra. Exuperancia, la Jjefa,,, hoy yo propongo que el Sr. Juan José Ledesma tenga una calle en Zamora, seguramente muchos pensaran que hay mucha gente que también la deberían tener , pero como este caballero nacen pocos y es una honor para Zamora que este señor tenga su trocito de gloria merecido.

Un fuerte abrazo a su esposa y familia, hoy nosotros estamos tristes por la pérdida de un gran hombre, hoy en el cielo la conversación entre Elier y Juán José , obviamente, de jamones.