Estoy con Jusapol. Están cargados de razón. Los Gobiernos en general y los ministros de Interior en particular no hacen más que prometerles lo que incumplen sistemáticamente, es como si estuvieran en una permanente campaña electoral. Y ya sabemos lo que eso significa. La Policía Nacional no está todo lo bien tratada por la Administración como su trabajo y su responsabilidad demanda. El salario de la Policía Nacional está muy por debajo del salario que cobran Mossos d'Esquadra y Ertzaintza. Ese agravio comparativo es odioso. El trabajo de la Policía Nacional es muy superior al que realiza cualquiera de los otros dos cuerpos citados. Es más, la Policía Nacional, cuántas veces, se ha visto obligada a sacar las castañas del fuego, sobre todo a los primeros. Además, la lealtad a la Constitución y a España de ambas policías autonómicas está en entredicho

La numerosa manifestación convocada por la plataforma Jusapol para reivindicar la equiparación salarial no sólo cuenta con el beneplácito de los partidos de derechas que les acompañaron durante todo el recorrido. La plataforma Jusapol cuenta con el beneplácito de la ciudadanía. Porque los ciudadanos somos conscientes de la importancia de su trabajo y del riesgo que corren, especialmente en las grandes y medianas ciudades. La nuestra empieza a tener un tamaño tan pequeño que no tardando mucho y como el censo no aumente, no tendrá ni siquiera consideración de ciudad.

No pueden tomarle el pelo a la Policía Nacional como vienen haciéndolo desde hace tantos años. Cuántas veces se les ha prometido la equiparación salarial que no llega. Cierto que lo peor es que les mientan. Y eso a los políticos de todos los signos se les da de perlas. No creo que Jusapol pida nada del otro mundo. Podrían hacerlo, porque cuando hay tortas y tortazos, los políticos permanecen en sus despachitos oficiales y ellos son los que van a dar la cara para que se la partan. Eso ha sucedido en Barcelona y en multitud de lugares donde la tangana callejera ha sido un hecho lamentable.

Cuando hay cargas se culpa siempre a la Policía cuando, en realidad, quienes dan las órdenes son los políticos. No me diga por qué, siempre se libran de la furibundia ciudadana. Si los presupuestos del Estado estuvieran bien gestionados, habría de sobra para Policía Nacional y Guardia Civil. Pero se prefiere gastar el dinero en coches, en arreglo de despachos, en colchones, en cambios de cortinajes y de paso de alguna que otra alfombra. Incumplir con ellos es el verbo favorito de los gobiernos. Ahora hay que hablar del que está y además en pleno ejercicio de sus funciones. Cuando solo estén en funciones ya no podrán hacer nada, unos le van pasando la bola a los otros y nuestros uniformados a verlas venir.

La Policía Nacional y la Guardia Civil me merecen un respeto imponente, sobre todo porque durante los años del plomo, eran diana permanente para los asesinos etarras. La Policía y la Guardia Civil son el mejor Premio Príncipe de Asturias a la Concordia. No hay que ir a buscar a los premiados tan lejos. En eso las Fuerzas Armadas Españolas, también merecen el reconocimiento nacional que nuestros más importantes premios les niegan. Les condecoran y premian en otros países menos en el nuestro que es el suyo. Uno y otro cuerpo son los verdaderos garantes de la defensa del Estado de Derecho y la Constitución y los que más han trabajado para combatir la corrupción. Por lo tanto a qué espera el señor Grande Marlaska para reconocer salarialmente su trabajo.

Jusapol tiene más razón que un santo al manifestarse y en sus reivindicaciones. Por lo menos no se dejan tomar el pelo.