Solemos llamar genio a lo que le hace a uno genial, pero en realidad el genio lo tiene todo el mundo, solo que en general es repetitivo. El genio es lo característico, el carácter. Posiblemente el genio de Rafael Sánchez Ferlosio era el espíritu de la contradicción, que quizás le viniera de origen, al rebelarse contra lo que su padre representaba, pero sin romper. Tiene uno inteligencia alta y aguda, la trabaja en los estudios, y si acierta a cabalgar el espíritu de contradicción tiene alguna posibilidad de que ese genio le acabe haciendo genial, aunque hace falta siempre un golpe de suerte, que puede venir del apadrinamiento por alguien y por el propio entorno. Todo lo anterior no le quita un solo mérito al resultado, que en el caso de Sánchez Ferlosio es muy brillante. Encima tuvo un gran talento para mantener hasta el último día el tipo, con ese aura de disolvente de alta gama bendecido por todos.