Aznar desafía a Vox: "No me aguantan la mirada". Aznar quiere ser el sheriff de la derecha pero no se ha percatado de que Abascal lleva pistola. De hecho se crió amenazado por los criminales de ETA. Él y su padre. No le asusta ni le impresiona ver pistolas propias y ajenas. A quien sí nos asusta es a nosotros. Y supongo que a la mayoría de los españoles. Éramos pocos (chulos) y parió Aznar. Ya están todos los chulos en el escenario compitiendo a ver quién es más chulo. Chulería de Casado sobre Rivera: sería mi ministro de Exteriores. Chulería de Rivera: a lo mejor lo nombro ministro de universidades. Más chulo que nadie es Sánchez, que orgasma los viernes gastando vía decreto, aumentando derechos y convocando plazas de funcionario. El presidente de andares chulescos es sin embargo elevado a la moderación entre tanto radical a diestra y siniestra. Emerge como moderado y como cabeza de la única opción cuyo líder no aspira a cargarse políticamente a los de su espectro. O sí. Pablo Iglesias también reapareció algo chulesco, y fondón a decir de Eduardo Inda. Iglesias es un producto de la televisión, de las tertulias, de La Sexta, pero cree que los medios, en los que no para de salir, son sus enemigos. La chulería se la guarda para quien lo promociona pero se le ve mansito con Errejón, conciliador incluso, incapaz de lanzarle invectivas. Lo más chulo de todo es que las elecciones podrían repetirse si el resultado es un bloqueo.

-Oiga, que todavía no han sido y ya piensa en otras.

Sí, pero también Sánchez, que sueña con 120 diputados, repetición de elecciones y alcanzar los 150. Y necesitar así menos socios. Puede que entremos en un tiempo político apasionante que un niño definiría como superchuli. La chulería imperante nos tiene a un paso de "eso no me lo dices en la calle". Sin embargo, lo más chulo de la democracia es que sea aburrida. No ganamos para sobresaltos y la chulería es extiende por las redes sociales, donde navegan las proclamas dogmáticas y los zascas antológicos.

Nos puede quedar un Congreso la mar de chulo, con toreros, periodistas, militares, deportistas y economistas. Faltan folclóricas. Y sosiego. No me aguantan la mirada, dice Aznar, verborrea de rancho. Buen alumno de Bush. A los cabizbajos se les toma por cobardes. Nótese que a veces es la mejor postura para reflexionar. Antes de hablar.