Como las guerras de Roma contra cántabros y astures duraron hasta el 19 antes de Cristo, este 2019 sería bueno para una celebración (aunque centenario no habría hasta 2081). Puestos a pensar, estaría bien invitar al presidente de la República Italiana, pero a condición de que se disculpe por las tropelías de sus legionarios durante la conquista, en la que se hartaron de matar a compatriotas y encima se llevaron el oro. Es verdad que nos dejaron el latín, la red viaria, los castaños, el derecho romano, el uso del retrete y algunos acueductos, además de lo que acabarían siendo algunas ciudades principales, pero si no piden perdón, por mí que se lo lleven todo. Una civilización completa no vale un agravio. En eso coincido con el presidente mexicano, López Obrador, que le pide algo parecido a Felipe VI por lo que allí hizo Hernán Cortés (un antepasado suyo, a López se le ve muy blanco).