Leía hace unos días una entrevista en este periódico de Juan Ángel de la Torre, presidente de Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL), que respecto al lobo y cito literal "la gestión pasa por la ciencia y ésta dice que no podemos ni debemos matar lobos". Que la respuesta está en la ciencia es cierto, pero que la ciencia diga que no podemos ni debemos matar lobos es falso. En primer lugar, hablar de ciencia en el tema del lobo en España y hablar del Espíritu Santo viene a ser lo mismo: muchos iluminados, un campo virgen sin explorar y un evangelio falso que expandir, que como la palabra de Dios en misa, los fanáticos siguen. Señor Juan Ángel, ningún científico evolucionista serio en el mundo le dirá que el ser humano como tal no pueda o deba matar a otras especies, ninguno, y menos al lobo ibérico -acentúo lo de ibérico- que es una especie comensal.

Entiendo que cuando habla de la ciencia habla de usted mismo, la banda ancha de Lobo Marley y cuatro más. Publicar trabajos de campo desde una asociación, o encargados por un gobierno regional, por ejemplo en Quercus, no los convierte en científicos por arte de magia. Un trabajo es científico cuando 1) se establece una hipótesis, 2) se aplica el método científico, 3) se usa la estadística adecuada, 4) se compara con los trabajos anteriores, 5) se citan fuentes científicas y no trabajos de campo de otros colegas, 6) se somete al filtrado, es decir, a la revisión por parte de otros científicos de ámbito internacional, quienes garantizan o rechazan el trabajo, 7) se publica en los medios de impacto científico y finalmente 8) otros autores internacionales citan tu trabajo. Cualquier otro método no es ciencia, cualquier otro canal no es ciencia y por supuesto no es científico quien no siga este método, porque así se estableció en Salamanca exactamente hace 801 años.

No me dedico al estudio de los vertebrados, entendiéndose el comportamiento por ejemplo de los lobos en libertad, pero como evolucionista, de formación y convicción, entiendo al milímetro las bases y los pilares fundamentales de la evolución, de la genética de las poblaciones y de la ecología, y no como ustedes los "lobo-céntricos" la entendéis. En este punto, una de dos: o yo no me enteré de nada en la "facu" o no se enteró usted, porque mis bases en tema evolutivo divergen diametralmente de los suyas. Pero además, como tengo licencia científica para discutir y usted tiene un blog, pues antes de que vuelva a poner el nombre de la ciencia de su lado, le voy a indicar que es de mala educación, y que además puede rondar la legalidad -como la homeopatía-, poner en boca de la ciencia lo que ésta ni siquiera, por desgracia, se ha puesto a estudiar en España. Es lo que viene a ser el segundo mandamiento que dice que no usarás en nombre de Dios en vano, pecado mortal. De juicios sabe usted bastante más que yo, pero no cuela que venda su victoria judicial respecto a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que prohíbe la caza del lobo en el norte del Duero, como una medida de conservación. El TSJ se ha pronunciado ante un defecto de forma de la ley de caza de los funcionarios de la Junta Castilla y León, pero para nada ha mentado la supervivencia de la especie.

Una de las frases más lapidarias de la biología moderna, tomada de Theodosius Dobzhansky, dice que en biología nada tiene sentido si no se mira desde el prisma de la evolución. En el tema del lobo ibérico en concreto, su evolución no se entiende sin su proceso de adaptación al ser humano, es decir, el lobo ibérico es una especie que ha evolucionado al lado del hombre, desde que éste llegó a la península hace unos 40.000 años y probablemente anteriormente con los primeros homínidos si nos retrotraemos 300.000 años más. De estos primeros pobladores y el lobo poco sabemos, pero de nuestra especie sí sabemos bastante, tanto que existen pinturas donde ya aparece el lobo en el entorno del hombre amén del proceso de domesticación que dio lugar al perro, y así miles de ejemplos que demuestran la coexistencia del cánido con el humano, convivencia en la que el hombre no se lo ha puesto fácil al lobo jamás, y aún así, éste ha decidido aullar en su entorno. Simplificando para que cualquiera lo entienda, si al lobo, como especie, su caza no le hubiese venido bien, habría desaparecido o hubiese migrado a otras zonas sin población humana, y lo que ha sido vigente desde hace 300.000 años es categóricamente vigente en la actualidad. Incluso en los peores años después de la guerra civil, el lobo resistió en nuestra tierra para su posterior expansión.

Afirma usted que al lobo hay que dejarlo en paz. Algo similar ya planteó el gran chamán de Lobo Marley, quien planteaba hacer un santuario para el lobo y que no se le molestara. Afortunadamente, la ciencia se le echó encima con un demoledor estudio del científico sueco Guillaume Chapron publicado en Science (la segunda revista científica más importante del mundo) en el cual decía que si al lobo se le aislase, o en palabras de usted, se le dejase en paz, no sería capaz de reproducirse y además dice -lo puede consultar- que el lobo sólo se reproduce adecuadamente cuando tiene presencia del hombre y además detalla exactamente la densidad humana con la que el lobo se siente cómodo para reproducirse. Además el propio Chapron junto a José Vicente López Bao de la Universidad de Oviedo, publicó una carta en esta misma revista, protestando por el uso inadecuado de los datos científicos del lobo, para responder a otros problemas políticos que nada tienen que ver con el cánido? Clarito. En resumen, si aislamos a el lobo o le dejamos en paz, éste desaparecería. Pero no se preocupe, esta conclusión la va a comprobar usted mismo, ya que según los datos demográficos, el lobo desaparecerá de la provincia de Zamora, no porque lo maten o lo dejen en paz, sino porque en veinte años esta provincia estará despoblada y el lobo se irá con su aullido a otra parte.

La reciente resolución del TSJ de prohibir absolutamente la caza del lobo en Castilla y León es la gota que colma el vaso de la esquizofrenia colectiva que rodea a los colectivos animalistas, y por otro lado la dejadez absoluta de la Junta de Castilla y León, que dicho de paso, ha convertido a la provincia de Zamora en un cortijo de caza mayor. Al lobo hay que controlarlo y hay que darle caza, por tres motivos fundamentales e indiscutibles: es fundamental para la especie eliminar individuos no aptos y evitar la endogamia; segundo evitar que se convierta en una especie parasitaria y tercero porque así se ha venido haciendo por miles de años en el ámbito de la coexistencia. El lobo, por más que os empeñéis en describir, por más que Félix Rodríguez de la Fuente y sus divulgaciones fuera de sentido a estas alturas, no se trata de una especie depredadora per se, como pueda ser un águila real, sino de una especie comensal. Sólo a la manada establecida como unidad estructural se le pudiese atribuir cierta capacidad depredadora. Cualquier otra agrupación fuera de la manada, bien sean grupos establecidos no reproductores, lobos gregarios o lobos solitarios y que atacan al ganado, practican el parasitismo. Nota para animalistas sensibles y otras hordas adiestradas: parásito es un término usado en biología que se refiere a un organismo que vive a costa de otra especie causándole un daño significativo, y comensales son aquellos individuos que obtienen alimento de otro sin causarle daño ni beneficio.

Las manadas establecidas, está más que demostrado que no atacan al ganado, pero no pueden ser denominadas depredadoras ya que no ejercen tal función. Por otro lado, es falso que cacen grandes ciervos y/o jabalíes, y como se puede observar en Zamora, desde la reintroducción del ciervo a finales de los años 70 y la llegada del jabalí, no es que el lobo los tenga controlados sino que están totalmente desbordados, contándose por miles los ungulados y no es por falta de lobos precisamente. Es decir, la excusa de no controlar al lobo porque ejerce de regulador del ecosistema, no sirve y cualquiera lo puede comprobar conduciendo por la N631. La resolución del TSJ, no va a fomentar que el lobo se convierta en un depredador al efecto, sino que sesgue hacia el parasitismo, y los últimos datos de lobos atacando ganado vacuno en Aliste y Carballeda lo refrendan. En décadas, el lobo nunca había atacado al vacuno en estas comarcas. Pero además, esta medida para que haya más tamaño poblacional, que no manadas, sólo servirá para aumentar la endogamia, la reproducción de lobos que no deberían y la catástrofe ecológica que supone que grupos de lobos gregarios sin jerarquía alguna, se enfrenten por el territorio a manadas establecidas menores en número. El aumento de ataques al ganado, no hace falta ser un visionario para verlo venir, y no se trata de que los pastores se protejan más. Los pastores saben de la importancia de las manadas, porque saben que en sus territorios el ganado está seguro ya no entran los lobos solitarios o agrupados, pero el TSJ les ha dado la contraria y le ha abierto los territorios a grupos de lobos fuera de control. Todo un logro, se merecen señores de ASCEL: ¡el premio Nobel!

En todo esto sólo estoy de acuerdo en una cosa, y es que el lobo no debe ser una especie cinegética y que no deben ser los cazadores los que lleven a cabo la misión de controlar al lobo, además creo que fui el primero en manifestarme abiertamente en contra de las subastas del lobo en mi tierra, porque como he dejado escrito varias veces, sólo sirven para que se cacen trofeos desestructurando las manadas. Sin embargo, el lobo necesita control, vía plomo o vía el método que la administración crea conveniente, pero dejar al lobo fuera de control y esperar que todo va a ser armonía y bienestar, es de irresponsables. Además, si el Tribunal se hubiese fijado en criterios técnicos reales, caso de Portugal donde la ley prohíbe la caza del lobo y éste está en retroceso, hubiese fallado totalmente diferente.

Por último señor de la Torre, que usted no vea lobos con sus prismáticos -como dice- tal vez es porque estos sean más listos y le pasen por detrás; pero no engañe diciendo que es debido a que la población no ha aumentado desde los años sesenta, porque a estas alturas, no le voy a dar ya más datos ni argumentos que a la vista están. Es usted simplemente un mentiroso. Me puede denunciar, no será el primero, Lobo Marley ya lo intentó por comparar a su líder con Torrente. Porque en un país como España, cuando los científicos se han tenido que largar, sólo quedan los seudocientíficos y cuando no tienen razón, recurren la pataleta por vía judicial.

Por cierto, le hago saber que el título original del libro que pone de ejemplo en su página web es "El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida". Lo siento señor de la Torre, pero no está usted en condiciones de poner a Darwin como ejemplo de su causa, se le queda grande ya que si no entiende el título de su libro ¿cómo va a entender el contenido?