Abundan también en el Reino Unido los patriotas de cartera: los que más vociferan contra Bruselas, que "nos roba y limita nuestras libertades como nación soberana". Gentes, por ejemplo, como Crispin Odey, conocido gestor de fondos de alto riesgo que especula con la depreciación de la libra a consecuencia del Brexit duro que pronostica. Paradójicamente, fue Odey uno de los que más dinero dedicó a la campaña a favor de la salida británica del club de Bruselas, lo que no ha sido obstáculo para que apostase "patrióticamente" contra la libra.

Son, es verdad, minoría los financieros o empresarios británicos partidarios del Brexit, pero hay entre ellos algunos muy conocidos internacionalmente. Por ejemplo, James Dyson, el hombre que hizo una fortuna con sus inventos -entre ellos la primera aspiradora sin bolsa- y ha demandado a Bruselas por una nueva regulación comunitaria que afecta negativamente a su producto estrella. Según la UE, sus aspiradoras gastan demasiada energía y hacen además mucho más ruido del necesario por haberse equiparado erróneamente alto voltaje con eficiencia, crítica que el inventor y empresario británico califica de "descabellada".

Dyson es un enérgico defensor de la soberanía británica, y, sin embargo, ya ha anunciado que trasladará la sede de su empresa a Singapur, temeroso al parecer de un fracaso de la primera ministra, Theresa May, y la llegada al poder del laborista Jeremy Corbyn.

Otro de esos "patriotas" es Jim Radcliffe, un ingeniero químico considerado el hombre más rico del Reino Unido, que hizo su fortuna mediante la compraventa de unidades de grandes empresas que nadie quería.

Radcliffe, fundador y actual presidente del grupo químico Ineos, que ha continuado expandiéndose mediante nuevas adquisiciones, sobre todo en el sector químico y energético, y al que se le calcula una fortuna de 21.000 millones de libras, se niega a que Bruselas le diga lo que ha de hacer.

Pero su patriotismo tiene sus límites cuando de la cartera se trata: según el dominical "Sunday Times", Radcliffe, nombrado caballero por Isabel II, proyecta trasladar a Mónaco su residencia fiscal para ahorrarse así el pago de impuestos.

Otro de los partidarios del Brexit más conocidos por sus continuas declaraciones a los medios sobre los beneficios que tendría la salida de la UE, el diputado conservador Jacob Rees-Mogg, es cofundador del gestor de capitales Somerset. Y resulta que en las comunicaciones a sus clientes, ese fondo les advierte de las "grandes incertidumbres" que pueden producirse antes y después del Brexit, lo que podría afectar a las inversiones.

Como se ve, ¡pura hipocresía!