Al ritmo que vamos, Zamora se quedará más sola que la una. Ni el medio rural ni el urbano resisten ya la embestida de la despoblación que sigue imparable. Entre el feminismo a ultranza que, según ellos, quiere echar a los hombres de Zamora y los zamoranos que buscan nuevos horizontes, esto pinta francamente mal. Y no es para tomárselo a broma. Es para que empiecen a adoptarse medidas. Que los partidos políticos que concurren en las elecciones que están por venir nos digan que harán al respecto para evitar la sangría. Quiero ver propuestas sensatas, propuestas razonables, propuestas viables. No quiero quimeras, ni engaños.

Estamos entre las provincias españolas que más almas ha perdido en los últimos años. Entre los que se van a dormir el sueño de los justos y los que abandonan por hastío, por necesidad, por miedo, porque están hasta el moño de falsas promesas y temen ser los últimos en abandonar, cuando ya no haya remedio, Zamora y su provincia enterita se queda solitariamente sola. La despoblación ha dejado de ser 'patrimonio' del medio rural para compartir con la capital el descalabro numérico que la población viene sufriendo. El éxodo masivo todo lo complica. Y aquí no hay gesta, no hay épica que valga como en la novela homónima de León Uris. No me preocupa tanto perder representantes políticos en las Cámaras, como perder oportunidades de crear empresas, de despejar el horizonte de trabajo y progreso que se ha empañado en los últimos años. Ni la natalidad resulta favorable al problema por el que atraviesa Zamora. Más que nunca a la cola en todo, y no sólo alfabéticamente hablando.

Hay quienes aportan soluciones, los menos, quienes dicen tener la clave, pero no hablan y si hablan los que deben escuchar no lo hacen y así nos va. Hay quienes aseguran que nos estamos hundiendo, hay quienes opinan que estamos hundidos y que no hay ingeniería que nos saque de este angosto y profundo pozo. Se nos van los jóvenes. Se nos van los de mediana edad y nos quedamos tan sólo con nuestros mayores que ya aportaron, que ya lo dieron todo, que ya nada tienen que demostrar porque lo hicieron en su día con el sudor de su frente que regó la esperanza hoy fallida.

En Italia ofrecen casas a un euro para evitar el mismo mal que asola a tantas provincias españolas, especialmente a la nuestra. Hay que convertir el círculo vicioso de la despoblación en un círculo virtuoso. Ignoro como se puede revertir la situación. Se me ocurre poner en valor ventajas competitivas, ser los primeros en ofrecer ventajas, convertirnos en foco de creación de riqueza, exenciones fiscales que inviten a invertir en Zamora, no sé. Zamora está por explotar, Zamora puede ofrecer lo que otras provincias no pueden porque no tienen nuestro caudal. Sin embargo nadie parece estar por la labor. Preferimos ir de plañideras, de víctimas y que ahí nos las den todas. ¡Y vaya que nos dan, hasta por ahí si nos dejamos!

Por favor, quienes tienen en sus manos la solución que la apliquen de inmediato, sin aguardar un día más. El tiempo corre en nuestra contra. Las entidades financieras tendrían mucho que decir al respecto, pero resulta que, netamente zamorana, sólo hay una entidad en esta tierra y no me duelen prendas reconocer que es Caja Rural, que ya bastante hace. Quizá no sea suficiente. Quizá hay que ir un poco más allá, dando a la Educación y a la Sanidad lo que se le ha sustraído a causa de unas políticas pésimas. Que se haga lo que se tenga que hacer pero, por favor, ¡ya!