Tenemos una oposición al Gobierno español que desde hace tiempo es incapaz de articular una posición que permita negociar ningún asunto de Estado tanto en política exterior como interior, o hace exigencias nada realistas o no logra articular un método que al Gobierno le permita negociar con ellos los temas del futuro que más le preocupan a los españoles, como: las pensiones, la violencia de género, el alarmante aumento de la pobreza, por lo cual nos han llamado la atención desde Europa, o sobre el gran asunto del medioambiente de cuyo problema ya han tomado conciencia los jóvenes europeos y nos exigen que debemos reflexionar.

En la foto del trío de Colón representaban a tres formaciones políticas, el de Vox es nacionalista con un discurso racista similar al de los independentistas catalanes, estos se consideran superiores, no sé muy bien en qué, pero superiores al resto de los españoles, y vox dice que es al contrario, los españoles no independentistas son una clase superior.

El representante de Ciudadanos, el partido licuadora, dice que si no nos gustan los principios que tiene para las próximas elecciones si no las gana en las siguientes presentará otros.

El presidente del PP, que completaba el trío, se ha empeñado en demostrarnos, que está dominado por emociones inútiles, y no duda en subirse a cualquier cajón que le pongan delante para gritar, durante un buen rato, sin decir nada que tenga coherencia con la moderación y el sentido del respeto hacia quienes representan las instituciones del Gobierno, siempre que no sea uno puesto por él.

En el lenguaje degradado del presidente del Partido Popular es del mismo nivel del que escucho en la taberna después de determinados partidos de fútbol. "Nos han robado; el árbitro estaba vendido; es un traidor, yo lo mandaría a galeras". Bueno, hay otras expresiones que no me atrevo a reproducir, pero comparar el lenguaje degrado de los espectadores de un partido de fútbol que se sienten ofendidos por la acción de un árbitro con la del Gobierno que, evidentemente usted no comparte, me parece de un nivel primario. Oyéndolo a usted creo sinceramente que no está capacitado para ser Presidente de un Partido político que ha presidido el Gobierno de España, durante más de doce años.

El residente del Gobierno, Pedro Sánchez, seguramente que no es el mejor de todos cuanto han existido -yo no sé cómo se mide eso- pero ha sido elegido por las misma Institución y por las personas que depusieron a su antecesor y hay un deber moral por encima de cualquier contingente temporal o político de respetarlo, porque ese comportamiento nos hace dignos a nosotros mismos de ser respetados por los demás. Yo acato las leyes aunque sean injustas porque considero que es más justo acatarlas. Eso me ocurre con las personas que representan las Instituciones. Al presidente del Gobierno de España se le puede criticar, incluso se debe, pero nunca insultarlo de forma tan desmesurada.

Usted puede hacer discursos de siniestro total, pero si se guía del consejo de un viejo, le digo que cada vez hay menos gente dispuesta a creerse sus pesadillas. Procure dormir todos los días ocho horas.