Andaban en el PP regional contando procuradores, sumando concejales, ideando eslóganes y rebuscando en el Diccionario de Insultos de Pancracio Celdrán para facilitarle la tarea a Pablo Casado, cuando, zas, temblaron los cimientos, tronaron los cielos, se abrió la tierra y, por el boquete, apareció Silvia Clemente rodeada de ese halo especial que desprenden los altísimos cargos cuando llevan mucho tiempo ejerciendo como tales. Pero esta vez la política segoviana no fue el hada madrina de otras ocasiones, cuando presentaba proyectos, iniciativas, un topillero venido de Australia o famosos y sintonías para atraer turistas, sino que, nada más entrar en materia, se convirtió (para los suyos, claro) en la Bruja Averías, aquella que hacía de las suyas todas las semanas en la añorada "Bola de cristal".

¿Qué había sucedido?, ¿qué le habían hecho a doña Silvia para que reaccionara de una manera que ni el más experto ppólogo regional esperaba?, ¿qué, quién, cómo, por qué la había conducido a dar tamaño portazo? No se anduvo con medias tintas, ni con palabras dulces o frases enigmáticas ni con loas superficiales a quien quería atacar. No, nada de eso. Fue clara, contundente, leñera contra el líder y próximo candidato popular a la presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Y lo hizo en unas condiciones muy especiales: todavía presidenta de las Cortes (o eso creíamos todos hasta que empezó a hablar), y máxima responsable del programa electoral del propio Mañueco. Conmoción total entre la prensa y, acto seguido, entre los que se iban enterando de la noticia. No era para menos.

Y esa conmoción, el terremoto político del año, creció hasta límites desconocidos cuando Silvia Clemente dijo: "No se puede trabajar sin convicción, sin ilusión y sin creer en el proyecto ni en quien lo dirige en este momento, Alfonso Fernández Mañueco, una persona que no tiene palabra, que no tiene capacidad y que carece completamente de liderazgo". Y no lo improvisó. Lo llevaba escrito. Al igual que otras frases duras: " El rumbo que ha tomado el PP en Castilla y León no va a ninguna parte y no puedo seguir trabajando en ese proyecto"; "Me apartaban de todas las reuniones que se celebraban desde el primer día y de todas las convocatorias que hacían. Me enteraba por los medios de comunicación; la actuación estaba cargada de hipocresía ya que, hacia el exterior, aparentaban que yo era la responsable del programa"; "Esta dirección política no quiere personas que aporten ideas y trabajo al PP. Piensan que cuando trabajas y aportas iniciativas positivas para los castellanos y leoneses les estás haciendo sombra y entonces toman la decisión de ningunearte. Esa es la consigna que han dado con respecto a mí".

Ojo a esta última frase que me temo que sea un arma cargada de futuro. Silvia Clemente, que conoce bien por dentro el PP, ¿está asegurando (traducción libre pero con fundamento) que Mañueco únicamente quiere mediocres y serviles a su lado? ¿Es decir que no tolera personas que, con sus opiniones, puedan cuestionar su liderazgo y sus decisiones? Algo de eso te comentan (en privado, por supuesto) gentes del PP que dudan mucho de la capacidad de Mañueco como heredero de Herrera. Pero solo Silvia Clemente se ha atrevido a decirlo en público y renunciando a todo: militancia, procuradora y presidenta de las Cortes.

¿A todo? Esta es la pregunta del millón. Un animal político como la señora Clemente que ha caído siempre de pie y ha salvado muchas bolas de partido ¿se retira definitivamente? No acabo de creérmelo. Como tampoco me creo que esa reunión en un bar de un barrio de Valladolid con muñidores electorales de Ciudadanos suponga un paso hacia los de Ribera. Por cierto, dicen que hay fotos del encuentro. ¿Quién las hizo?, ¿espiaban a doña Silvia?, ¿quién las difundió?, ¿quién se encargó de contar que existían nada más conocer la dimisión de la ex presidenta?, ¿tienen que ver algo estas cuestiones con la frase :"Yo me he dedicado a trabajar y la dirección de mi partido a alentar campañas de difamación contra mí"? Cuerpo a tierra que vienen los nuestros, que decía Pío Cabanillas padre. Veremos si abandonan más el PP, como profetizó Silvia Clemente.

Y luego está la repercusión. Ya se está encargando el PP de echar tierra sobre el asunto. Nada de profundizar o de investigar lo sucedido. Todos con Mañueco. ¿Y a nivel nacional? Ni caso. Solo existen Cataluña y el libro de Pedro Sánchez. Para una vez que tenemos aquí un notición, ya ven. Silvia Clemente, ¿quién es Silvia Clemente?, se preguntan en Madrid. La respuesta está en el viento, que cantaba Bob Dylan.