El pluralismo político es una cualidad de los sistemas democráticos sobre lo que entendemos que no es necesario insistir, los actores del sistema operan en él orientando sus programas de acuerdo con lo que, para ellos, es el modelo de sociedad que pretenden imponer. Se espera de ellos que, al menos, sean educados y que el vocabulario del fin del mundo dentro de cinco minutos, aunque sea como metáfora no es el más adecuado para conseguir el respeto de la sociedad.

Los partidos populistas son considerados, por la mayor parte de la sociedad como peligrosos para la convivencia y las opiniones asociadas a ellos son juzgadas como desestabilizadoras de la comunidad nacional, pero hay quienes los apoyan aunque sea emocionalmente y eso es, precisamente, lo que hay que combatir. Los extremistas están de continuo en conflicto con la democracia, utilizan el sistema como un medio no como un fin.

El sábado pasado tuve una larga sobremesa con un politólogo, de los que escribe libros sobre el tema, es un excelente analista de la situación política, le pregunté si a su juicio la coyuntura política española había pasado por un momento de desorientación tan grave como el actual. "Esperaba que me preguntaras si existe en España en estos momentos peligro de secesión de Cataluña, pero me pides que te dé mi opinión sobre la desorientación -entiendo que es la confusión, el aturdimiento o el desconcierto de los líderes políticos de la derecha española- sí, claro". Si hiciéremos hoy un viaje por las principales cancillerías europeas veríamos como los partidos políticos como los socialcristianos, y la socialdemocracia liderados por De Gasperi, Adenauer, han perdido la hegemonía del discurso de la paz social, los que hicieron posible que las inversiones de las grandes empresas se convirtieran en las fuentes de creación de riqueza, que fueron apoyadas por el Estado y por todas las clases sociales y que la consecuencia más importante fue la creación de una clase media qué daba estabilidad al sistema. Es evidente que está situación está en dificultades.

En la construcción de la Europa actual participó de forma destacada alguien como Jean Monnet, al que se le atribuye las frases siguientes: "Los hombres sólo aceptan el cambio resignados por la necesidad y sólo ven la necesidad durante la crisis. No habrá paz en Europa si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional? Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables".

Monnet era un candidato independiente y Robert Schuman pertenecía al Partido Popular. Los personajes que he citado y los líderes del Partido Socialista francés fueron los que hicieron posible la UE de las libertades, de la paz social y del bienestar económico, de la sanidad universal a cuyo proyecto los españoles nos adherimos con un entusiasmo indescriptible. Hoy el socialismo ha sido reemplazado por plataformas surgidas del discurso de la catástrofe, se trata de un discurso confuso, aburrido y carente de calor humano. De repente han surgido con ellos los viejos antagonismos, la izquierda vendepatrias y las derechas salvadoras que el método democrático había atenuado.

¿Ustedes están oyendo alguna propuesta de gobierno entre los insultos y descalificaciones de la derecha española al Gobierno?

¡Será malo que el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez, haya aprobado por ley el salario mínimo a 900 euros, que haya subido las pensiones y el sueldo a los funcionarios!