Sí, media hora larga empleó Pedro Sánchez, para anunciar lo que se sospechaba o se sabía gracias a las filtraciones, que el domingo 28 de abril, los ciudadanos españoles estamos convocados a las elecciones generales que se han hecho esperar ocho meses. Ocho meses que se han pasado volando, volando en 'Falcon', por supuesto, pero que han permitido a Sánchez hacer ochenta viajes internacionales en tan corto espacio de tiempo

Media hora larga en la que no habló el presidente del Gobierno de España. Media hora larga en la que habló el Secretario General del Partido Socialista Obrero Español que nos ofreció el primer mitin de campaña. Un relato largo, "trufado de mentiras" como han reconocido algunos analistas, en el que Sánchez nos ha vendido humo, nos ha vendido una ilusión. Nos ha vendido lo que pudo haber sido y no fue. Y no precisamente por culpa de la oposición, sino en base a sus propios errores y a sus nefastos compañeros de viaje.

El próximo 5 de marzo, el calendario electoral tendrá su correspondiente pistoletazo de salida. En esa fecha se publicará el decreto de convocatoria en el BOE y entrará de inmediato en vigor. Los autores de las listas que concurrirán a los comicios, tienen que empezar a dar un repaso en profundidad a los candidatos que concurrirán, porque como se equivoquen de personas lo van a tener crudo. Zamora es una de las provincias que más cuidado debe poner porque los ciudadanos ya estamos hartos de más de lo mismo. Y para nada. Y esto va para todos los partidos. Algunos y sobre todo algunas se han sacado abono y no abandonan el escaño ni aunque se lo pidan.

La campaña electoral dará comienzo el 12 de abril. La cosa no tendría la menor importancia si no fuera porque es Viernes de Dolores. Nos van a dar la Semana Santa que será más que nunca Semana de Pasión en todos los sentidos. No vamos a saber a qué deberemos atender, si al hecho religioso que se conmemora o al político. A ciudades como Zamora, Sevilla, Valladolid, Murcia, todas aquellas de más rancia tradición semanasantera, las hacen polvo. Y lo que no se puede consentir es que ningún partido utilice la Semana Santa para sus fines políticos. ¡Hasta ahí podíamos llegar!

La cosa va a estar muy complicada durante esos días. Los candidatos y los partidos estarán más pendientes, lógicamente, de lo suyo, que de la celebración. Otra vez a intentar tragar promesas que nunca se van a cumplir. Otra vez a mentirnos descaradamente. Otra vez a tomarnos el pelo. Otra vez a echar mierda unos encima de los otros. Y en eso no invertirán media hora como Sánchez ha hecho equivocando una vez más los papeles. En ello emplearan días y más días. Ha sido impagable, con el foco de todas las televisiones puesto en la comparecencia presidencial, el pedazo mitin que ha soltado Sánchez a los españoles. Bien es verdad que le ha salido el tiro por la culata, porque el resultado en críticas ha sido devastador. La gente no es tonta. Y los analistas políticos menos.

Vender como logro lo que pudo haber sido y no fue, es una tomadura de pelo. Hacer como hace esta gente, echar la culpa al contrario o lo que es igual, defenderse atacando al contrario, es penoso. Sobre todo cuando se ha tenido tiempo de mostrar la necesaria cintura política y no se ha hecho. Sobre todo después de coquetear descaradamente con los que quieren dividir y empequeñecer España. Sobre todo, después de no hacer nada relevante que no haya sido el anuncio de la exhumación de los restos de Franco como asunto de interés nacional.