( El fundamento del saber es la humildad )

Leemos en La Opinión-El Correo de Zamora, el posible cierre de la librería Semuret, después de 118 años abierta a todos los zamoranos y a los visitantes de nuestra querida ciudad de Zamora.

Leía el artículo de D. Ángel Macías, publicado en nuestro diario del pasado domingo, día 13 de enero, titulado " Un velero llamado Semuret ", donde muy bien decía", confiemos en que se quede en traspaso. " Dios lo quiera.

No pudo por menos que, felicitar a D. Ángel Macías por su brillante y sentida columna, sobre Semuret, que como puede apreciarse está escrita con el corazón.

En este nuestro periódico La Opinión de Zamora he escrito varias columnas sobre el tema de la lectura y las librerías ( La lectura, la escritura y la paz, y Aquellas librerías y comercios del ayer ). Seguro que si hacen memoria, lo recordarán.

Hemos de descubrir que leer es un placer, y que la lectura es la principal fuente de cultura, cuando asimilemos este básico y elemental concepto y experimentemos el placer de leer, la lectura será una necesidad., como lo es la escritura para quienes nos gusta escribir.

El día pasado apareció en los medios informativos que otra librería centenaria, esta vez, en Madrid, "Librería Nicolás Moya" fundada en el año 1862 iba a proceder, tras 156 años abierta al público a su cierre por "cese de actividad".

Créanme que estas noticias me producen tristeza, pues, honestamente creo que el mayor obstáculo al que se enfrentan las librerías es producto de la era digital.

Los libros digitales y la disminución de la afición a la lectura están provocando el cierre de librerías centenarias y no tan centenarias.

Los profesores deben educar a sus alumnos en la afición a la lectura, destinar todos los días un momento de sus clases a la lectura, comenzando en los primeros años con cuentos que tanto gustan a los niños, a fin de que una vez iniciados, surja en ellos el gusto por la lectura y el placer de leer.

Deben organizar visitas a las bibliotecas públicas y a las librerías para que los niños observen las estanterías llenas de libros y suja en ellos la curiosidad de tocarlos y puedan apreciar el olor propio y característico de las bibliotecas y librerías.

Los libros desprenden un olor especial, el contacto con sus hojas produce una sensación peculiar, cada libro es distinto, recoge, si hacemos anotaciones al margen, nuestro estado de ánimo, pues, se aprecia en nuestra letra. Es para sentirlo, no ha palabras para describirlo, son sensaciones interiores.

Cuando escribo esta líneas tengo sobre la mesa de mi despacho un libro titulado "Las frases de El Quijote ", de D. Enrique de Cárcer y de Sobíes, del año 1916, libro que debido al paso del tiempo, más de un siglo como pueden comprender tiene un color especial y desprende un olor peculiar, de los que atraen.

Es un libro que para mí tiene un valor especial, pues, acudo a su consulta con harta frecuencia para consultar el significado de muchas frases del Quijote.

Releía, a la hora de escribir esta columna, las líneas del autor del mismo, Sr.de Cárcer al lector, una frase con la que concluía, del tenor literal siguiente: "No presumo, -jamás pudo pasarme por el pensamiento-; que mi trabajo haya resultado bueno;; holgárame y me diera por contento y satisfecho que quedase entre mercad y señoría, con calificación de aceptable".

El libro en papel recoge nuestra vida, porque con la lapicera ponemos notas marginales, subrayados frase para nosotros importantes o que tiene un significado especial, hemos puesto una marca, hemos tomado notas, etc...

El sábado pasado entraba accidentalmente, en una librería y mientras la señorita me hacía unas fotocopias, me dediqué a ojear las estanterías y descubrí la existencia de un ejemplar de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, con ilustraciones de José Ramón Sánchez, de la Editorial ANAYA; para mí una joya.

Estas adquisiciones solamente las puedes obtener en las " librerías", los libros digitales no producen sensaciones.

Para concluir estas líneas y leyendo las frases del Quijote, de D. Enrique de Cárcer, me he parado en la frase " La experiencia es la madre de la ciencia " , que nos enseña que sin el uso y conocimiento práctico difícilmente se alcanza el verdadero y perfecto saber de lo que se aprende y estudia.

Pongamos por obra la lectura, no olvidemos que un libro ayuda a triunfar.