¿Y van? He perdido la cuenta. Puigdemont, Torra y compañía siguen en sus trece intentando conseguir apoyos internacionales para la causa del independentismo catalán. Qué más le tienen que hacer y demostrar a Pedro Sánchez para que el presidente del Gobierno reaccione y ponga el punto sobre la 'i' de la unidad de España. Torra sigue gastando el dinero que Cataluña no tiene y Madrid le envía cada poco, en viajes absurdos. En el último, que se sepa, ha pedido a Estados Unidos que ayude a impedir los juicios del 1-O. Para ello se está reuniendo con influyentes congresistas a ver si saca tajada. Les está pidiendo que medien en el "conflicto" provocado por un Gobierno español autoritario que "ha quebrantado los derechos civiles de Cataluña".

¡Pero qué derechos civiles ni que búfalo muerto! Los únicos que están quebrantando la unidad de España y los derechos del resto de autonomías son los independentistas catalanes y Pedro Sánchez que les tolera absolutamente todo, sin caer en la cuenta de que su buenismo le va a pasar factura. No me fío de las encuestan ni internas ni externas que benefician al Psoe en futuros comicios electorales. Como ha pasado en Andalucía, los españoles votan en clave nacional. Y están tan cabreados que en el único momento que en verdad son soberanos, es decir, cuando depositan la papeleta en la urna, van a reaccionar castigando las políticas del Psoe de Sánchez.

Está visto y comprobado que las ofertas de diálogo de Pedro Sánchez al independentismo no están dando los resultados que busca. Y eso a pesar de las generosas concesiones en los Presupuestos que humillan al resto de autonomías españolas. Cuántas bofetadas más deben darle al presidente para que reaccione. Aquí no se puede practicar el buenismo con quienes están ensuciando el nombre de España por el mundo, con quienes son capaces de cualquier cosa con tal de salirse con la suya que no es la de todos los catalanes y mucho menos la de todos los españoles, si exceptuamos a esos que todos sabemos y que por estar en contra están incluso en contra de España y sus símbolos.

Esta vez, torra ha ido muy lejos reuniéndose en el Capitolio con al menos cinco diputados demócratas y republicanos. Lo que no entiendo es cómo unos demócratas pueden reunirse con un independentista que quiere quebrar la unidad de su país. Cómo se han podido prestar a semejante patochada. Y cómo no ha protestado ya, a través del Ministerio de Exteriores, el Gobierno de España. Un Gobierno light para el independentismo y muy beligerante para el resto.

Y a Torra, ¿quién le organizó la visita? Pues ni más ni menos que la "embajada" catalana en Estados Unidos. Con Rajoy y tras el 155 se cerraron y con Sánchez y su buenismo se han vuelto a activar. Seguirán trabajando en ofrecer una mala imagen de España. Sólo que con ello también la ofrecen de un Gobierno relajado en ese aspecto que no tiene ni la menor idea del daño que está haciendo a la causa española, a todo lo que en el mundo suponen España y los españoles. De nada sirvió desmontar la 'paradiplomacia' montada por Puigdemont que, entre otras cosas, sirve para blanquear el separatismo con una constante labor de "lobby", porque esa paradiplomacia está volviendo a funcionar a pleno rendimiento y utilizando todos los mecanismos a su alcance, gracias al dinero que les facilita el Gobierno de Sánchez.