La personas normales, el ciudadano cualquiera, el más habitual que encontramos en el pueblo, en la calle, en los trabajos, el lector, lectora de este artículo, el que le escribe no salimos de sustos. Como se dice no ganamos para sorpresas. El llamado poder político ha invadido todo, ha arrasado todo. Instituciones, estructuras, organizaciones. Ellos unos 400.000 sin gran preparación específica, cuando hoy para todo se exige por ley una especialidad y formación permanente , tienen que estar en todo y arrogarse representar a todos y en todo. La sociedad civil, profesional, seria, responsable desaparece cada vez más. Desde el Presidente del Gobierno hasta el último alcalde , obispados ,tienen asesores, abogados de oficio, que les pretenden inmunizar contra posibles faltas o delitos y , puestos a sus órdenes, defender lo que mal llaman intereses de Estado o de la corporación pública ,cuya administración, han convertido en política partidista.. Para poner un ejemplo, me ha llamado la atención que las personas normales, venían diciendo, este gobierno quiere , como sea, arreglar lo de los presos de Cataluña. Y uno no se lo cree hasta que descubre que tanto hablar de rebelión y sedición ( El País 22.11p. 19 ):el Ministerio de Justicia releva al Abogado del Estado en la causa contra los líderes del "Procés". La causa que nos dicen es pérdida de confianza en el por parte del Ejecutivo: El Abogado del Estado entendía que podía acusar de rebeldía y al Ejecutivo le parecía más conveniente Sedición. Jueces, magistrados, abogados hasta un Ex Presidente del Tribunal Constitucional han hablado en los últimos tiempos y casi siempre por motivos que nos dejan desconcertados. Unos así y otros lo contrario en casos como éste y similares. Y las personas normales, que también somos normales y muchos funcionarios públicos decimos, ay Dios mío, que galimatías, que charco de ranas. Habíamos entendido que decir Abogado del Estado nos lleva a pensar en personas muy preparadas, que han pasado unas oposiciones muy exigentes y duras, muy serios e independientes y que en ejercicio de unas funciones defienden al Estado: es decir a todos, especialmente al gobierno y demás poderes y funcionarios del Estado, pero a todos y sobre todo , lo justo. Y que cobran unos bueno sueldos. El Diccionario del español actual Madrid. Aguilar (1999) p. 18 dice de ellos : Funcionario público, licenciado en Derecho cuyas misiones principales son la defensa, asesoramiento y representación legal del estado . Luego resulta que nos enteramos que el Gobierno y la Abogada General del Estado, un cargo de confianza que vela para que todos sigan con claridad sus instrucciones , ha cesado al Abogado del Estado. Nos queda claro . que los 400 Abogados del Estado defienden los intereses de la administración general y que siempre obedecen bien las directrices de sus superiores. No son autónomos, sino defensores de una parte, como lo es cualquier abogado, la única diferencia es que en este caso el cliente es en último término el gobierno. Y el gobierno aunque sea de un partido, es Gobierno de España, como ponen en tantos carteles de propaganda Gobierno de la Nación, Gobierno del País, Gobierno para todos. Y todos deberíamos empezar por respetarle como nuestro gobierno, hayamos votado o no al partido gobernante. Pero el gobierno una vez constituido debería integrar las propuestas buenas vengan de su partido o de otros. Las buenas, las que favorezcan a todos, pues son Gobierno de España y lo mismo por mimetismo en Alcaldías, Diputaciones, Gobiernos Autónomos. El dinero se lo damos todos no solamente los del partido gobernante. Pero, para ello necesitamos todos otra educación, otro talante . Todos tenemos que ser formados en el respeto a todo y a todos , los buenos modales, buenas obras, honestidad total. Y por suerte , maestros , profesores, universidad incluida , médicos, policías, etc. no somos como los abogados del Estado, y otros que siendo funcionarios, son sometidos a obediencia del mandamás de turno... Nosotros cumplimos y hacemos cumplir la Constitución y las leyes y somos responsable funcionarios públicos. No nos sometemos a chanchullos políticos. Esto va salvando la sociedad

Si pensamos en el revuelo que el pago de algunos gastos en relación con las hipotecas generó, el desconcierto fue mayor y se habló de todo, de injerencias, órdenes y si hasta en el Supremo hubo divisiones de opinión y sentencia en asuntos tan importantes La sentencia de la hipotecas plasma la feroz batalla judicial ( El País 20.11.portada). Emplearon argumentos dudosos, poco rigurosos , verdades a medias. Y si se silencia al Magistrado que disiente del deseo oficial apaga y vámonos. Al fin dicen los altos magistrados y últimos intérpretes de la ley que ésta es ambigua, confusa. Pues señores díganlo antes , se lo digan a los diputados y que arreglen con claridad la ley en lugar de insultarse y boicotearse y la Presidenta que expulse a cuantos sea necesario por no cumplir su misión. Interviene el Gobierno y deja de nuevo y sin justificar bien, exentos de pagar ese impuesto a partidos políticos ,a la iglesia y a otras muchas entidades. Pues señores del Gobierno lo arreglen de una vez y justicia e igualdad para todos. Caso contrario no tendremos remedio. Nosotros por un lado y ustedes por otro ( a lo suyo claro ).