Anteayer, como antesala del Consejo de Ministros, Sánchez y Torra logran ponerse de acuerdo en que hay un conflicto y están en desacuerdo en las soluciones, pero quieren diálogo en busca de algo (?) que apoye una amplia mayoría. Ayer, mientras se reúne en Barcelona un Gobierno de España nacido con apoyo de los secesionistas, los ediles secesionistas dejan el Pleno municipal en protesta, y las fuerzas de choque secesionistas se zurran de lo lindo con las fuerzas de seguridad a las órdenes del Govern secesionista. Organizar todo esto en un relato político mínimamente coherente es imposible, pero ya hemos visto hace un año al borde de qué precipicio nos habían llevado las coherencias respectivas. Así que, bueno, sigamos hablando y estirando calendario, pues el rumor del bla, bla, bla es mejor que el fragor del zas, zas, zas, y éste, desde luego, mucho mejor que el pim, pam, pum.