Qué duda cabe que en este mundo, "como en botica", hay de todo; lamentablemente; ´por la condición y naturaleza humana, muy imperfecta y con escasísimas ganas de superarse en los innumerables obligaciones y retos que tiene; muy lamentable; lo que perjudica al conjunto de la sociedad en su desarrollo, bienestar, prosperidad, felicidad... Pero no obstante lo cual, siempre hay; menos mal; pocos seres humanos que por su sentido de la responsabilidad; hacía ellos mismos, como hacía los demás; por su hombría de bien, por su afán de servicio desinteresado "a la cosa pública"; por su exquisito respeto y consideración a quiénes tuvieron la suerte de compartir con ellos tareas de índole profesional, que muchas veces terminaban conllevando una auténtica amistad; son dignos de encomio, respeto y consideración y, sobre todo, de ejemplo de lo que debiéramos ser: gentes de buena voluntad, laboriosas, respetuosas, agradecidas, reconocedoras del hacer de los demás, etc.

Además hay gente fiel a sus seres queridos, que han llevado una viudez encomiable por el recuerdo imperecedero a su esposa; que, además, han sabido llevar con modélica resignación cristiana, el fallecimiento de su hijo; aceptando con modélica entereza la voluntad del Señor.

Cuando una de estas personas tan "envidiablemente adornadas por estas formas de ser y de estar", nos dejan físicamente, la tristeza nos invade, el desconsuelo surge, etc., pero siempre nos queda el recuerdo de lo que fueron e hicieron, que nos debiera servir de modelo, de acicate, de ejemplo, etc., de cómo debemos actuar en nuestro proceder diario con todos, especialmente con compañeros, familiares, amigos y ciudadanos en general.

Mariano Alonso Bartol, que fuera, también, un excelente, y siempre recordado vicepresidente de la Diputación Provincial de Salamanca, es la persona que reunía, entre otras muchísimas virtudes, las citadas. Un auténtico señor.

A sus familiares; muy especialmente a su hijo José Luis, "compa" de los "viejos y añorados tiempos de los Escolapios"; reciban mi más sentido pésame por el fallecimiento de Mariano, que, seguro, está disfrutando "Arriba" de la compañía de su esposa e hijo.