1. La empresa. Gaza ha tomado su decisión pensando en el futuro de manera estratégica, tal y como ha de hacerse cuando se pretende acometer una inversión que no es solo de ampliación sino de transformación y salto cuantitativo y cualitativo. Tenemos en Zamora la suerte de contar con una de las mejores productoras de leche del país, que fija población en nuestros pueblos, que motiva a que jóvenes ganaderos encuentren un modo de generar riqueza en nuestro campo y que está haciendo bien las cosas y con calidad sus productos, así que todo apoyo sirve para que su éxito sea también el nuestro como provincia sin buenas expectativas. Poco importa que una fábrica esté once kilómetros más acá o más allá.

2. Guarido alcalde. En el pecado suele ir la penitencia. Tras lustros actuando como francotirador de la política local, posicionándose siempre en la plácida comodidad del frente contrario a la decisión del gobierno que tocara ,"como solo pueden hacer los que no esperan gobernar nunca" -reiteraban sus ahora aliados del PSOE-, lleva tres años comprobando y demostrando que no es más dialogante, más abierto, más tolerante, más cercano y sobre todo más eficaz ni eficiente que aquellos a los que zahería sin escatimar falacia en su argumentación política. Más bien lo contrario. Lo de Gaza no es lo más importante pero sí un ejemplo de su carencia de liderazgo y equipo en la llevanza de la administración municipal.

3. El Ayuntamiento. Las coaliciones no son un fin en sí mismas, sino un medio para obtener un fin. Para ello deben contar con una estrategia común, una argamasa de confianza mutua y equipos integrados. Quienes conocen un poco lo que está ocurriendo durante este mandato en la Casa de las Panaderas, saben que es básicamente lo contrario. Aptitud y actitud. Competencia y voluntad. Más bien cada uno a lo suyo. La IU del alcalde Guarido en el Ayuntamiento y el PSOE de Antidio Fagúndez en Ayuntamiento y Confederación Hidrográfica no han estado a la altura del mínimo exigible. En cuanto a la oposición en su conjunto, con meros fuegos de artificio, algunas ocurrencias y la cabeza en otro sitio poco pueden ofrecer.

4. Demasiada Administración. Casi tres años para dilucidar si se puede acometer la inversión es mucho más de lo que se puede pedir de paciencia a los socios de Gaza y a cualquier otro empresario o ciudadano. El exceso de legislación para justificar cada vez más y más funcionarios públicos y más altos impuestos nos lleva al absurdo. Si en lugar de la "avenida de los 500 años" le da a un burócrata por tomar la de los 5.000, habremos de pensar en el Diluvio Universal. Sobran leyes, falta sentido común en España para reducir su número y aumentar su grado de cumplimiento.

5. Zamora. Poco futuro tendremos si no entendemos de una vez que capital y provincia son lo mismo. Que Zamora, Benavente, Toro, Coreses,, Cozcurrita o Porto de Sanabria somos lo mismo. Y que nuestras empresas son nuestra mayor riqueza.