Recuerdo que hace varias décadas, se impuso el cambio de horario bianual, creo recordar, que fue en el año 1973. Las personas del campo decían que no comprendían por que se cambiaba el horario que era el más adaptado al horario solar.

Por parte de los expertos se alegaba que el cambio de hora obedecía a que ello producía un ahorro de energía y en consecuencia, suponía una rebaja del recibo de la luz. ¡ Ilusos!

Los años han pasado y ello , pese a las dudas que siempre han existido, porque todos nos hemos preguntado dónde estaba el ahorro energético ? , cuando el importe de la factura de la luz no disminuía.

La Unión Europa, parece ser, que en el plazo de un año, aproximadamente, quiere poner fin a esta situación de cambio de hora, esto es, al cambio que se produce el último fin de semana de octubre en el que se retrasan los relojes una hora; dormimos una hora más, y dormir más siempre se agradece, máxime cuando ya estamos en la antesala del invierno, por lo que a temperaturas se refiere.

Son muy pocos los países a nivel mundial que siguen cambiando las manecillas del reloj a finales de marzo, para adelantarlas y a finales del mes de octubre para retrasarlas.

Los cambios horarios, amén de no suponer a penas ahorro energético, producen en los niños y en las personas de más edad una serie de disfunciones, como fatiga, alteraciones del sueño, del carácter, presentando nervosismo, irritabilidad, todo ello motivado porque se produce una alteración del organismo, a consecuencia del cambio de horario.

Las personas que hemos nacido y crecido en el mundo rural, hemos comprobado, y así lo hemos oído, en multitud de ocasiones a nuestros mayores, que el " horario solar ", que se decía y se dice en el campo, tiene mañanas con más claridad, con más luz en invierno y que jamás comprendieron el cambio horario.

No olvidemos que una de las finalidades del pase al " horario solar", también tiene como objetivo que la jornada laboral finalice antes de lo que termina actualmente, eso es, que a las siete de la tarde no haya trabajadores en las oficinas y puestos de trabajo, y a las cinco se vayan a sus casas, lo que significa que pueden permanecer más tiempo con su familia.

No podemos omitir, que hay sectores que opinan que el cambio del sistema actualmente vigente ( horario de invierno y horario de verano ) perjudica porque el día dura más en verano y opinan que se debe mantener. Doctores hay que sabrán contestar, los gobiernos emitir sus informes y la Unión Europea decidir.

Las consultas llevadas a cabo sobre unos cinco millones y medio de de personas europeas, dio un resultado del orden del 84% a favor al cambio actual y adaptarse al horario solar, esto es, no al cambio de hora bianual y punto, permanece el horario de invierno que, parece más equilibrado.

A esperar, queridos lectores, que la cosa no tiene visos de cambio inmediato, ya sabe que las cosas de palacio van despacio. Que los cambios no nos afecten a nuestra salud ni al bolsillo. Salud para todos.