Las últimas (por ahora) filtraciones del presunto delincuente Villarejo, que sigue encarcelado, nos han descubierto la petición de que el impresentable ex comisario investigara a Javier Arenas, Gerardo Galeote y Luis Bárcenas, en aquella época, año 2009, tres peces gordos del PP. ¿Y quién sugería, u ordenaba, la investigación "pagando, eh, pero que salga baratito, que andamos tiesos"?, ¿gentes del PSOE, entonces en el Gobierno?, ¿radicales de Podemos?, ¿secesionistas? Pues, no. Nada más y nada menos que Dolores de Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro. Ella era secretaria general del PP, o sea la segunda de a bordo de Rajoy, y él le echaba una mano en esas duras tareas de la organización interna. Arenas, un incombustible de la política y hasta ministro con Aznar, formaba parte, como casi siempre, de la Ejecutiva popular y seguía aspirando, también como casi siempre, a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Galeote era, asimismo, un peso pesado conservador y Bárcenas.. ¿qué decir de don Luis, amo de las perras en Génova, 13? O sea que la señora de Cospedal mandaba vigilar las actividades de los tres citados en la llamada Fundación de Estudios Europeos. Y lo hacía, claro, en secreto, pagando con dinero del partido y para tener en sus manos "argumentos" contra todos ellos. A uno se le pone la carne de gallina solo de pensar en estos tejemanejes, en los chantajes y en eso de las cloacas, Y más cuando doña Dolores afirma, sin ruborizarse, que cumplía con su obligación.

Casi el mismo día nos enteramos de las maniobras de algunos barandas de Izquierda Unida Federal contra Izquierda Unida de Zamora y el alcalde Francisco Guarido. ¿Pero no es la alcaldía de Zamora la única de una capital de provincia que tiene IU en España?, ¿y así la defiende?, ¿así apoyan desde Madrid a sus gentes de aquí? Parece claro que estos ataques están relacionados con la oposición de IU Zamora a la fusión, o lo que sea, con Podemos. Y que don Alberto Garzón, tan exigente de democracia, trasparencia, etc en otros terrenos, no tolera disidencias internas. Y aplica, él o alguien cercano, las purgas, pero no con apertura de expedientes o debates claros donde todos se puedan defender, sino de una forma anónima, sinuosa y cobarde a través de ese peligro público que son, cada vez en más ocasiones, las redes sociales. En este caso, se crea una página web, "Rancios Izquierda Unida", se lanzan soflamas y perfiles falsos, se da a entender que procede de los rebeldes zamoranos y? se acaba sabiendo que el autor es el responsable (o irresponsable) de Comunicación de IU Federal, un tal Jorge Navas Alejo. IU Zamora había denunciado el caso en el juzgado ante un posible delito de usurpación y estafa, pero, una vez descubierto el meollo, Alberto Garzón retira a IU Zamora los poderes para ir a los tribunales y llegar hasta el final. Asunto archivado. Los zamoranos hablan, y con razón, de trato denigrante y han decidido darlo a conocer para que se entere todo el mundo y se sepa cómo se las gastan los federales. No es difícil adivinar que la bronca no quedará así y que puede tener repercusiones ante los próximos comicios municipales.

Hace unos años, un amigo, por entonces procurador socialista, nos invitó a unos cuantos a comer en su casa en una de esas reuniones veraniegas que se prolongan horas y horas y que pueden permitirte dar con las claves de lo que ocurre o quizás suceda. Entre los comensales estaba un ex alto mandatario madrileño que se pasó todo el rato poniendo a parir a los compañeros de partido que no eran de su cuerda. No se salvó ni un correligionario. Yo estaba tan alucinado que pensé en aquella terrible sentencia de Tarradellas: "El hundimiento de la Segunda República comenzó por las divisiones en la Federación Socialista Madrileña". Y le comenté al anfitrión: "Ni una crítica al Gobierno, ni un mensaje en positivo; todo leña a los compañeros". Y me hizo un gesto como diciendo "esto es así".

Y debe de ser así, porque sucede desde siempre y nadie le ha puesto remedio. Broncas, cismas, disidencias, expulsiones, abandonos de partidos para formar otros, odios africanos, enemistades y guerras sucias entre personas con carnet del mismo partido como las que acabamos de conocer de Dolores de Cospedal e IU Federal. Y como los exabruptos, insidias e insultos que vertió aquel gerifalte socialista madrileño.

Ya se lo advirtió sir Winston Churchill a un joven diputado de su grupo que le indicó que en los bancos de enfrente estaban sus enemigos. Le dijo: "No se equivoque; en frente están nuestros rivales; los enemigos los tiene usted al lado".

Y lo resumió perfectamente con su retranca gallega Pío Cabanillas padre: "¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!