A veces nos perdemos entre las brumosas palabras de los demás. Jamás me he abandonado a la definición que las personas hacen de otras. Hace tiempo entendí que muchas palabras son propósito de maldad, y sí, me gusta sentir la abundancia de la observación y después poner en movimiento el pensamiento. Cuántas personas maravillosas me hubiera perdido...

Escribir es avanzar por el camino de la incomprensión y transformar los síntomas del sufrimiento en obra. Hace muchos años que conozco a Mario Conde, siempre he estado convencida que cada línea de sus libros ha sido una continuidad. La resistencia depende de muchos elementos, es correlativa al intelecto, pero va revestida de la armadura del alma. Hay un libro de Mario que agrupa muy bien lo que estoy diciendo, se llama "Cosas del Camino", en sus líneas quema su holocausto personal y a la vez le da salida a los hijos de su intelecto.

Al fin de cuentas, la vida va cambiando de fisonomía, lo importante es resistir. En la desazón, los quebrantos viven soñando con la tranquilidad, y sí, un día llega. Y llega por la puerta grande...

Es importante no apoyarse en las conjeturas, todos tenemos la posibilidad de pensar. Sí, queridos lectores: de la infinita tristeza nace la alegría. La alegría de ver que Mario Conde y su familia respiran en paz.

"La voz del enemigo te acusa, el silencio del amigo te condena."