Lo he dicho y repetido hasta la saciedad, si la Unidad Militar de Emergencias no existiera, habría que crearla de inmediato. Dicho lo dicho sin menoscabo de la magnífica labor que realizan los bomberos de toda España, estos días en pie de guerra por cuestiones salariales y de seguridad. La gota fría, las riadas, las inundaciones que sufre media España y que a todos nos acongojan por lo terrible de las mismas no logran evitarse ni aún con la pertinente predicción meteorológica. Eso sí, una vez que suceden, tienen en la UME, una garantía, como ocurre cuando el fuego devasta el monte español.

La labor realizada por la Unidad Militar de Emergencias, de la que es jefe el teniente general Miguel Alcañiz Comas, por quien siento una admiración y un respeto imponentes, en Mallorca es digna de encomio. Sant Lorenc, Alcúdia y Pollença, anegadas por el desbordamiento de distintos torrentes se han cobrado demasiadas víctimas que a todos nos duelen. Vuelvo a repetir que la labor realizada por los efectivos de la UME fue decisiva para la recuperación de cadáveres y el rescate de las personas que quedaron atrapadas. No es menos cierto que, como de costumbre, la Guardia Civil se empleó a fondo realizando unos servicios brillantes.

Curiosamente, y ni es bulo ni leyenda urbana, en su día los nacionalistas baleares de Més, con la abstención de Podemos, votaron en contra de que el Govern balear negociara con Defensa la creación de una base permanente de la UME en la isla. Así y todo, el Parlament aprobó la iniciativa del Partido Popular, Partido Socialista de las Islas Baleares, Ciudadanos y el diputado Álvaro Gijón. Es lo que pasa con nacionalistas y populistas, que además de no tener ni repajolera idea, ponen piedrecitas en el camino, aunque sea el camino que transitan todos los ciudadanos, antes que dar su brazo a torcer con respecto a la necesidad de contar con Unidades especiales como la UME o reforzar los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, precisamente para su seguridad. Les suena a España, a español, a militar, a uniforme y por ahí no pasan.

De desagradecidos está el mundo lleno. Que callados han permanecido todos ellos, mientras los efectivos de la UME se embarraban hasta el cuello e incluso ponían en riesgo sus vidas. Menos mal que la población, los afectados no son tontos y saben distinguir, y saben quiénes están o han estado a su lado. Como me gustaría, cada vez que la UME una vez realizado su cometido, al volver a sus lugares de origen, fueran despedidos con gratitud, en medio de una salva de aplausos espontáneos, como ocurriera en Chile, cuando a su paso por el aeropuerto de Santiago, los chilenos que iban y venían prorrumpieron en sendas ovaciones que a todos nos pusieron el vello de punta.

El agua y el fuego son dos de nuestros más grandes enemigos. Igual que se cobran víctimas inocentes como la del pequeño Arthur de cinco años, también se llevan por delante las vidas de estos hombres aguerridos, valientes y luchadores. En Mallorca, un sector de la autoexcluyente clase política, no los quiso, votó en contra de la UME. Y eso se entiende y se digiere difícilmente en esta España de torrentes y gotas frías que todos los años, más o menos por estas fechas, nos dan sustos de muerte. Lo cierto es que Podemos justificó su abstención alegando que "desde aquí también podemos afrontar situaciones de emergencia". Ya se ha visto que no, que si no es por la ayuda de todos, bomberos, Guardia Civil y efectivos de la UME, la cosa hubiera sido mucho peor.