Uno de los factores de riesgo más importante en nuestras carreteras es la velocidad excesiva o inadecuada. Una gran parte de los accidentes de tráfico están relacionados con este hecho.

Por ello, Proyecto 2000 Zamora y ProVial España, quieren hacerte entender lo importante que es llegar a comprender la magnitud que supone este problema para todos los usuarios de la vía.

Mantener una velocidad adecuada puede considerarse como un medio protector frente a los accidentes de tráfico, ya que circular a una velocidad de acuerdo a las circunstancias existentes en la vía, a tu estado físico y psíquico, puede evitar que sufras un accidente. Sin embargo, circular a una velocidad excesiva, reduce tu capacidad para reaccionar ante posibles situaciones de riesgo, ya que a mayor velocidad se ve afectada tu capacidad de anticipación ante las posibles situaciones impredecibles que se den en la vía.

Sobre este tema, entrará más en detalle nuestro experto en seguridad vial Jesús Palmero. "No sumes estrellas en el cielo".

Como bien decía Yoseba Revidiego, la velocidad es un factor muy influyente en los accidentes de tráfico.

Los automóviles, se van cargando de energía cinética, y a más velocidad más energía cargan. Por lo tanto, a la hora de detener un vehículo se recorren muchos más metros, limitando los frenos su eficacia, necesitando más metros y tiempo para detenerse.

Todo conductor debe controlar su automóvil y su velocidad. Un conductor que no domina el vehículo ni la velocidad está perdido, poniendo en riesgo su vida y la de los demás usuarios de la vía.

Hay que recordar, que los frenos no frenan en seco y tardan un tiempo en mostrar su eficacia. En ese espacio de tiempo, en el que se debe contar el tiempo de reacción ante el imprevisto, más el tiempo de frenada, se recorren muchos metros, y esos metros son variables en función de la velocidad.

Debemos respetar los límites de velocidad tanto genéricos como específicos. Todas las limitaciones de velocidad deben ser respetadas, pero sobre todo en poblado y travesías, ya que cruzan peatones, (niños, personas mayores, etc.), muy vulnerables ante cualquier tipo de accidente y en el que a más velocidad sufrirán heridas más graves. A 30 km/h un peatón atropellado tiene una 90% de posibilidades de salvarse.

A 50 km/h sólo tiene un 50% de posibilidades. A 80 Km/h, menos del 10 %.

En poblado con calles estrechas o con poca visibilidad debemos de extremar las precauciones, porque si hay algún sitio donde hay que ir despacio es donde no se ve. ´"Ojos que no ven, golpe que te pegas".

No podemos circular siempre de la misma forma ni a la misma velocidad. Con agua, por ejemplo, hay que circular a menos velocidad y con una aceleración inferior, y a la hora de frenar, hay que hacerlo con mucha suavidad.

No podemos ignorar el efecto Hidromatic o acuaplaning. Sabemos que para la conducción en agua cuanto más ancho sea el neumático más agua hay debajo de él y es menos seguro, por lo que hay que extremar las medidas de seguridad. Conduciendo con agua, no podemos olvidar dejar el doble de la distancia de seguridad habitual, y conduciendo con hielo, hay que circular con marchas altas y con poca aceleración. Lo mejor en estos casos es no frenar si no es necesario y hacer movimientos de volante suaves.

No solo tenemos que respetar las velocidades máximas, también tenemos que cumplir las mínimas permitidas. Circular por debajo de la mitad de la máxima permitida supone conducir a una velocidad anormalmente reducida sin causa justificada. Es sancionable, pero sobre todo peligroso, ya que se puede producir un accidente por alcance.

Pero ojo, el hecho de ir dentro de los límites permitidos no significa que esta situación no suponga un peligro. Por ejemplo, podemos ir dentro de los límites establecidos conduciendo con agua o hielo, pero circularíamos mal y con peligro si no adecuamos la velocidad a las condiciones que presenta la vía.

Es importante reseñar que circulando a mayor velocidad existe un consumo mayor de combustible.

Recuerda: en la conducción de vehículos, lo más importante e inteligente es llegar, y llegar bien.

(*) Presidente de Proyecto 2000 Zamora