Al mirar una fotografía antigua, con evidentes signos de deterioro por la acción del tiempo al haber sido tomada hace sesenta años, he recordado las penalidades que sufrí en los comienzos de mi vida profesional .

Eran días de invierno, un mes de enero regulando la circulación de vehículos en la plaza de Alemania. No había cumplido los treinta años y yo estaba más "canijo" que ahora con ochenta y ocho.

Había que combatir el frío con ropa de abrigo y con calcetines y guantes de lana de fabricación casera.

En aquella plaza había una fuente con el agua congelada y colgándole unos pinganillos de más de un metro de largos.

Tardarían varios años en llegar a instalarse semáforos en Zamora para sustituir a los Agentes de la circulación que regulaban el paso de los vehículos y peatones.

Éramos en aquellos tiempos veinte policías los que, ataviados con uniforme azul y casco blanco prestábamos servicio en las seis encrucijadas que había en la ciudad: plaza de Alemania, San Torcuato-calle Riego,, Puerta de la Feria, plaza de Alemania, La Farola, y San Pablo-avenida de Portugal.

Como hacíamos dos turnos y había que suplir los días de descanso, de ahí el número de agentes destinados a la especialidad del tráfico, función por la que teníamos que pasar los policías de nuevo ingreso. A medida que entraban nuevas promociones, los veteranos pasábamos a otras secciones en el Cuerpo, o mejor aún, si había oportunidad de ascenso mediante la correspondiente oposición, promocionábamos de categoría hasta donde nuestra capacidad nos lo permitiese.

Así transcurrieron cuarenta y seis años en servicio activo, y luego han venido veintitrés años como jubilado.

Después de tantos años pasados, la ciudad ha evolucionado en muchos aspectos, los mandatarios municipales han cambiado tanto como para haber conocido doce alcaldes mientras estuve en activo: Ingresé cuando el Presidente de la Corporación era don Francisco Pérez Lozao (antes había sido mi profesor de dibujo en el Instituto); le sucedieron don Gerardo Pastor Olmedo, don Venancio Hernández Claumarchirant, don Miguel Gamazo Pelaz, don Fernando Chacón Antón, don Valentín López Tola, don Ricardo Rodríguez Castañón, don Andrés Luis Calvo, don Victoriano Martín Fiz, don Antolín Martín, don Antonio Vázquez Jiménez. Luego llegarían doña Rosa Valdeón y don Francisco Guarido.

La circulación de vehículos se ha incrementado notablemente y ya son más de una veintena de intersecciones las que se encuentran reguladas mediante semáforos. La presencia de policías regulando el tráfico solamente se observa en momentos excepcionales. Ahora son los motoristas y los coches patrulla los que se encargan de la vigilancia de la circulación y de la seguridad ciudadana.