Se cumplen cincuenta años de la publicación de los Salmos para el Pueblo. En ese año de 1968, que algunos han llamado "mágico", se originaron transcendentales acontecimientos en España, también en el resto del mundo; sucesos de considerables consecuencias históricas, tanto en el ámbito político, como en el social y cultural; y no solamente el ya famoso "Mayo parisien". Recordaré algunos hechos importantes y de singular significación. Se produce el primer crimen de la banda terrorista ETA con el asesinato del Guardia Civil José Pardinas, así como el de Robert Kennedy; también se provoca el crimen de Martín Luther King en abril de ese mismo año, cuando preparaba una marcha de los barrenderos negros para reivindicar las mejoras en las condiciones de su trabajo; se publica la encíclica Humanae Vitae del Papa Pablo VI; Massiel gana en Eurovisión, y en España sigue la dictadura franquista y el nacionalcatolicismo continua prevaleciendo.

Merece señalar, por su enorme trascendencia, un acontecimiento conocido como "la Primavera de Praga", un movimiento que consistió en la lucha por los derechos civiles transcendentales, como la libertad de expresión, de asociación y manifestación, el derecho de huelga, la supresión de la censura, tolerancia religiosa, liberalización de la economía? Cinco ejércitos de los países del Pacto de Varsovia y 2.3OO tanques invadieron y destruyeron la ilusión de la mayoría de la ciudadanía checoeslovaca y consecuentemente del resto de los países sometidos al régimen soviético, que pugnaban con la esperanza de conseguir lo que con tanto tiempo venían anhelando: lo que entonces se denominaba como el "socialismo de rostro humano", es decir, la libertad y la democracia. Como he mencionado, también en nuestro país se originaron importantes movimientos de protesta y en defensa de las libertades y de los Derechos Humanos, protagonizados por asociaciones sindicales, universitarias, de movimientos cristianos y de partidos políticos embrionarios, todos ellos con el riesgo lógico de la clandestinidad.

Más tarde (1984), Milan Kundera publicó "La insoportable levedad del ser", cuyo texto expresa un tiempo breve de liberalización política en el seno del comunismo, con la esperanza de que desapareciera de sus vidas el llamado "socialismo real", por otro lado, y en algunos aspectos, tan parecido al franquismo, cuando teníamos cierto complejo de "salir a Europa". No es mi intención mencionar más acontecimientos (que los hubo) de especial relevancia y que dieron lugar a importantes movimientos sociales y culturales; sencillamente, con estos ejemplos pretendo recordar lo que ocurrió en ese ya famoso año. Por cierto, en el mes de octubre de ese mismo año, y al regreso de uno de los viajes a París, en el Citroën 2C y después de varios encuentros con responsables políticos españoles en el exilio, tanto Miguel como yo convinimos que el llamado "socialismo real", no coincidía con nuestro pensamiento.

En ese contexto y en el seno de la Iglesia Católica, irrumpen los Salmos para el Pueblo que significan una aportación muy transcendental para la expresión, modernización y renovación estética de la liturgia, y que simbolizó un importante acontecimiento en el ámbito cristiano. Como ya tuvimos ocasión de escribir Cati mi mujer y yo, para su presentación en el prólogo del cuaderno de partituras: "son canciones populares destinadas al pueblo que celebran algo importante, su fe de cristianos y que se unen para cantar, como una expresión liberadora y comunitaria,". Como señalaba M. Machado: "procura que tus coplas vayan al pueblo a parar/aunque dejen de ser tuyas/para ser de los demás.

También le pedimos a Miguel, en ese mismo escrito "Cantar juntos", que en los siguientes proyectos, -ya desde su reconocido prestigio y capacidad creativa - se escuchara la voz de los sin voz, y que el próximo "parto" fueran unos salmos en los que se escuche la voz del pueblo de hoy; esa voz que se oye o adivina en el corazón de las masas que llenan los nuevos templos , donde el trabajo humano transforma la materia, que pueblan los barrios y los suburbios populares, nuevos campamentos donde el pueblo de los pobres vive sus más grandes alegrías y tristezas. Unos salmos que nos hablen de la inmensa aportación de ese pueblo, casi siempre utilizado como instrumento, en la construcción de la ciudad eterna ya desde "este tajo".

Miguel Manzano con su creación innovadora, y la magnífica interpretación de la coral navarra de Falces "Nuestra Señora de las Nieves", siguiendo las orientaciones emanadas del Concilio Vaticano II convocado por el Papa bueno Juan XXIII, hizo cantar en castellano al pueblo llano por todos los países que utilizan nuestra lengua en el mundo, que son muchos, lo que significó una respuesta pionera y anhelada, también trasformadora de la liturgia tradicional, monótona y aburrida.

Como consecuencia del impacto positivo, supimos que en muchos lugares cercanos y lejanos se estaba produciendo una nueva aptitud de esperanza, también una interpelación y una protesta dirigida a quien corresponda, probablemente a "quien hizo el cielo y la tierra", con el siguiente ruego: "hasta cuando Señor seguirás olvidándome / hasta cuando Señor va a triunfar mi enemigo/"para que rijas tu pueblo con justicia/ a tus humildes con rectitud/ que los montes traigan la paz/ que los collados traigan la justicia/ que defiendas los humildes del pueblo/ que socorras a los hijos de los pobres/ y quebrantes al explotador/ que reine la justicia y la paz, hasta que falte la luna/ libra al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector/apiádate de los humildes y salva la vida de los pobres" ?

Posteriormente se editaron otros discos que también tuvieron mucha importancia y repercusión, más allá del mundo religioso, cuyos títulos "Esperanzas y lágrimas" y "Aquí en la tierra", con más contenido social y si se me permite, con mayor sentido reivindicativo denuncia y compromiso comunitario. Estos y otros discos, fueron espléndidamente interpretados por "Voces de la Tierra" un coro de magnificas voces zamoranas que consiguió mucha notoriedad por sus actuaciones dentro y fuera de España. Este grupo creado y dirigido, por el maestro Miguel Manzano con mujeres y hombres amateur y amantes de la música, recorrieron muchas Comunidades de España y varios países europeos en continua superación en sus interpretaciones. Es justo rendir un homenaje de agradecimientos a cuantos participaron tan altruistamente en tan importante proyecto.

El reconocido prestigio de Miguel Manzano y del Grupo facilitó la difusión y divulgación de los Salmos para el Pueblo, ante una sociedad más proclive a la secularización Ese impacto y su repercusión no solo se ocasionaron en el ámbito religioso, también en los ambientes culturales, sociales, institucionales y asociaciones de diferentes procedencias. Soy testigo de las innumerables invitaciones que se recibieron para actuar en múltiples lugares y escenarios, por otro lado de difícil cumplimiento por la realidad amateur del Grupo.

En definitiva, no se puede entender un éxito tan significativo, el de los Samos, si no es por el contenido y su "mensaje"; y porque no decirlo, la estética, así como por lo oportuno de su presentación que, expresaban el sentir y la inquietud de una buena parte de los hombres y mujeres, los más preocupados de aquella sociedad humillada, que necesitaba nuevos desafíos e ilusiones que le ayudaran a recobrar los estímulos necesarios, para seguir trabajando por un mundo más justo y solidario.

Una sociedad, como proclama el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que aspira a conseguir la libertad, la justicia y la paz en el mundo de los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, que disfruten de la libertad de la palabra y de las creencias. En definitiva, que los hombres no se vean compelidos al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión. Reafirmándose en la dignidad de la persona y en la igualdad de los derechos de los ciudadanos.

Medio siglo después - aunque me interesa más el futuro que el pasado, - siento la natural satisfacción por haber participado y colaborado con Miguel Manzano, amigo y maestro, también por la estrecha cooperación que nos permitió sacar adelante un proyecto, nada fácil en aquellos momentos difíciles. Asimismo aprecio y me agrada que los contenidos de los Salmos para el Pueblo y una buena parte de la obra de Miguel tengan afinidad con las nobles aspiraciones de libertad y fraternidad universal de las mujeres y los hombres, entre los que me encuentro.

Yo así lo viví entonces, también ahora.