"Mike y yo vamos a tomarnos un tiempo de descanso para explorar de nuevo nuestra curiosidad y creatividad". Con un positivismo inquietante, los fundadores de Instagram, Kevin Systrom -consejero delegado- y Mike Krieger -responsable de tecnología-, anunciaron ayer que se iban. Que dejaban Instagram y, por ende, Facebook. Las tensiones con Mark Zuckerberg se volvieron insoportables. "Construir cosas nuevas requiere que demos un paso atrás, entender lo que nos inspira y combinarlo con lo que el mundo necesita. Eso es lo que planeamos hacer". Éste es el comunicado oficial de los creadores de Instagram para justificar su marcha, pero la realidad es otra. Su salida de la compañía viene motivada por los desacuerdos con los directivos de Facebook.

Krieger y Systrom "estaban en conflicto sobre la cuestión de la autonomía de Instagram; los dirigentes de Facebook, incluido Mark Zuckerberg, estaban empujando a Instagram a ampliar rápidamente el número de usuarios", según el periódico "The Wall Street Journal".

En los últimos meses, Zuckerberg ha centrado toda su atención en meter mano en Instagram. Es su activo más rentable y el futuro de la compañía está en sus manos, pero la nueva hoja de ruta no convencía a los inventores de la red social de fotografías. Hasta el momento, habían logrado resistirse a los cambios e iniciativas que iban en contra de su visión, pero esta vez la cuerda se rompió. Systrom y Krieger fundaron Instagram en 2010 y su proyecto para compartir fotos con filtros llamó la atención de Facebook, que lo compró por unos 1.000 millones de dólares (765 millones de euros) y lo llevó al estrellato.

Hoy en día, esta red social cuenta con más de 800 millones de usuario activos al mes y un índice de popularidad muy alto. Instagram mola. La utilizan más de 1.000 millones de personas en todo el mundo y es la red social favorita de los adolescentes en Estados Unidos (después de Youtube), según los últimos estudios. Instagram es, a día de hoy, el balón de oxígeno que mantiene con vida a un Facebook tocado por los escándalos de la filtración de datos, la injerencia en las elecciones estadounidenses y las noticias falsas. Mark Zuckerberg lucha por recuperar sus índices de popularidad y parece no importarle quien caiga en el camino. "Kevin y Mike son extraordinarios líderes de producto e Instagram refleja la combinación de sus talentos creativos. He aprendido mucho trabajando con ellos", dijo el magnate de la tecnología en un comunicado a modo de despedida.

A partir de hoy, comienza una nueva era en Instagram. La red social marchará al estilo Zuckerberg. Todo apunta que la comunidad apostará por un modelo más unificado. Instagram pasará a estar más integrada en Facebook, con el trasvase de datos que eso conlleva.

Veremos si el gigante de la tecnología no termina por aplastar a la gallina de los huevos de oro.