Cuando Hulleras de Langreo, S. A. se quiso instalar en Veró, Santa Bárbara, con 66 puestos de trabajo, y si conseguía las concesiones del pozo Cerezal, cerrado 8 años antes, posiblemente serían algunos cientos, me alegré mucho porque del valle de Santa Bárbara nunca se podrá extraer azafrán, pero carbón sí. La demagogia de algunas gentes y la manipulación de otras, algunas semianalfabetas, que quieren tapar sus carencias escribiendo en bable, impidieron a esta empresa instalarse en ese lugar. Ahora las gentes claman porque cerraron las minas y no pueden comer porque no hay trabajo. Y las gentes ni preguntan por los nombres de estos manipuladores y demagogos que llevaron a esta zona a la situación en la que quedó. De momento, ahí me quedo. Saquen ustedes conclusiones.

Todavía recuerdo la azafranera que se iba a construir en el polígono de La Florida y de los titulares de los periódicos con los miles de millones de presupuesto en pesetas, y la cantidad de puestos de trabajo, ¿ustedes lo vieron?, yo tampoco. Lo que sí veo es que en el mismo sitio pusieron la empresa más contaminante de Asturias, que, dicho de paso, en ningún lugar de Asturias la quisieron.

Creo que en el pecado va la penitencia.

Cuando estaba en periodo de información el espacio protegido, en una charla que dimos en el centro social de La Cruz, aún recuerdo las palabras por mí dichas: "Si queremos que nuestros pueblos no se despueblen tenemos que, por lo menos, darles facilidades, bien sea en medios de comunicación, beneficios fiscales o de beneficios sociales, lo que no se puede hablar es de restricciones sin poner nada a cambio". Nadie dijo dónde estaban las partidas presupuestarias para sustentar esta iniciativa; hay que saber qué beneficios tendrán los vecinos con el espacio protegido y si estos beneficios son reales o son humo, o qué perjuicio pueden tener con dicho espacio protegido, porque de la información tiene que salir la luz.

Si después de desangrar este valle, si después de deshacer la industria que teníamos, que era secular, sin que ni siquiera se haya puesto nada a cambio porque los fondos mineros son una insignificancia comparada con la deuda histórica que España tiene contraída con Asturias. Y si después de deshacerlo todo vienen con el timo del medio ambiente, yo quiero decir que respeto el medio ambiente, pero no respeto el tocomocho, porque las gentes tienen que saber que, una vez declarado espacio protegido, sólo vamos a ser unas marionetas del gobernante de turno que nos hará bailar al son que él quiera tocar, porque entre las consideraciones que vienen expuestas en estas hojas, sólo falta poner que el último apague la luz.

Primero nos despojaron de nuestros puestos de trabajo, a pesar de que cada negociación de los sindicatos termina en éxito y acuerdo con la empresa, fijaros su éxito que ya está casi cerrada toda la empresa. Ahora el Gobierno nos quiere aplicar el éxito de tener un parque natural, fijaros si será éxito, que nos dejan la vaca, pero se llevan la leche; nos dejan nuestras propiedades, pero ellos nos tienen que decir qué hacer con ellas. Si las gentes no reaccionan, mucho me temo que el día de mañana no habrá palabras para explicárselo a nuestros hijos, nuestros descendientes no nos perdonarían que, después del sacrificio que hicieron para luchar por lo que hoy tenemos, nuestra comodidad nos lleve a darles las llaves al vecino para que nos la organicen. Me niego a creer que los asturianos hayamos llegado hasta aquí, porque nuestra casa la tenemos que organizar nosotros, y por nosotros, no pueden pensar los demás, y mucho menos hacer las cosas sin contar con nosotros. Quién nos iba a decir a los asturianos que tendríamos que hacer cursillos en Fontaneda o en Aguilar de Campó, ¿cómo posible que se haya capado de esta manera esta región? La contestación la dará el tiempo.

Creo, querido lector, que el tiempo ya dio la contestación y sólo pasaron unos pocos años.

Cuando estaba escribiendo estas líneas me entero del nombramiento como Ministra de Sanidad de María Luisa Carcedo, a la cual le doy mi más cordial enhorabuena, y le deseo lo mejor para ella y para España. No todas las semanas nombran una ministra de Santa Bárbara.

Cuando hace poco más de tres años salió como presidente del Principado don Javier Fernández, en la misma Junta General le dije: "Don Javier, en este mismo lugar, hace cuatro años saliste presidente, te deseé lo mejor para ti y para Asturias, y hoy te digo lo mismo". Él me dijo: "Tú que eres creyente tienes que hacer rogativas". ¡Válgame la Magdalena!, si Asturias se tiene que levantar a base de rogativas, estamos arreglados.

Y dice don Gerardo Álvarez Peláez, el poeta de Laviana,

"De esta Asturias vigorosa / hoy se esperaba otra cosa / los que con su mayor prosa / aplaudían ayer a Franco / y a aquella España gloriosa / hoy no queda ni una rosa / ni la hierba vigorosa / que segaban en verano / el forraje de ganado / no dejaron ni paredes / ni caminos ni tejados / deshicieron sin reparos / quiénes venían a salvarlos / venían a enriquecer / y después de algunos años / obtuvieron el placer/ con enorme insensatez deshacen pueblos rurales / con sus gentes y lugares / donde florecen pumares y cerezos / con sus enormes castaños / aquellos pueblos hogaños / hoy sus montes y pastizales / son matorrales y espinos / ya no tienen ni caminos para poder retornar / esta Asturias vigorosa / ya no le queda otra cosa / con una juventud honrosa / la que tienen que emigrar / dan las ganas de llorar / fuiste la tercer potencia / de esta España sin conciencia / que te vino a desguazar".

Parece ser que el 31 de diciembre de este año, Hunosa pone el cierre definitivo, pero promete jubilar a los que quedan, ¿cuándo se harán cargo los loqueros de esta región?