Los hermanos Lorenzetti, pintaron en el "Palazzo della Podestá" de Siena (Ayuntamiento) allá por los años 1337-1339 la "alegoría del buen y del mal gobierno y sus efectos en la ciudad". En estas pinturas se narra por un lado cómo las virtudes, mayores en tamaño que las autoridades, están por encima de éstas, quienes por su responsabilidad están al servicio de los valores morales y cívicos que representan y encarnan las primeras. Aparece entre ellas, la concordia -sostenida por los ciudadanos- y la prudencia. Destaca la personificación del Bien Común. El mal gobierno aparece representado por el imperio de un ser simbólico, el tirano, rodeado por el coro de figuras alegóricas de la vanidad, la soberbia, el enfrentamiento y la división entre otras. Tomo esta imagen para ilustrar lo que estimo está sucediendo con el deterioro de nuestra vida pública. másteres, tesis, independentismos, blasfemias mediatizadas, ? Lo acerco a nuestra polis, al gobierno de nuestra ciudad de Zamora. Habrá que reconocer los logros de un gobierno municipal, como pueda ser la cancelación de deudas en las arcas. Seguro que alguna cosa más (asfaltados de barrios)... No sé. Pero de igual modo hay asuntos preocupantes. Uno de ellos es la subida del tono de crispación social con cuestiones, entiendo, de fácil solución.
El último ejemplo es el espectáculo "transgresor, pasional, confuso, hermosamente misterioso, absolutamente independiente que rompe con costumbres y rutina y se propone de manera libre y abierta para todo el público en esta tarde fiesta", según sus organizadores. Un festival de música rock celebrado estos días en Zamora. Todo estaría muy bien a no ser por algunos detalles. El primero es que dudo de la idoneidad de su contenido "para todo el público". Las intervenciones de los grupos participantes Putilatex, Platania Aeternum,?. permiten darse cuenta de su género musical, contenidos y escenografías y cómo distan de ser para el vulgo en general. Dejémoslo en "minorías" de este tipo de música. Lo impactante, no entiendo que estribe aquí. Lo verdaderamente preocupante es el espacio que se le adjudicó y autorizó: la plaza de la Catedral. No busquen aquí razonamientos sacrales (que también los hay). Precisamente en aras del respeto al espacio público de una ciudad, (la plaza y no cualquier plaza), no estimo que fuera el lugar mejor para este tipo de eventos.
La laica Francia que ponemos a menudo como ejemplo de convivencia, no lo habría hecho así, estoy seguro de ello. Estamos ante una cuestión de sensibilidad social, de buena educación, de sana armonía. Un buen gobierno de la ciudad, conjuga intereses de todos los ciudadanos y no se somete al igualitarismo, porque pedagógicamente no procede.
En la ciudad tiene cabida todo, pero no todo lo tiene en igual modo, por razones obvias. Que no se escogiera otro lugar para un festival de este tipo y se optara por el entorno de la catedral, no tiene otra explicación, aparte de la torpeza política, sino el deseo de provocación y confrontación. Normal que, incluso al concluir otro acto en dicho templo, se dieran situaciones desagradables de verbo ligero por quienes son abanderados de progresía y tolerancia hacia quienes sólo volvían de un acto religioso.
En este punto, como en otros, habrá que recordar a nuestros representantes que lo son de todos, y por ello esas virtudes de prudencia y concordia de Siena, cobran especial relevancia en su "affaire" de política urbana y bien común. Este tipo de encontronazos sociales son evitables. Basta utilizar el sentido común. J. Locke, en 1689, puso las bases de "tolerancia" en términos modernos y que después se ha desarrollado como libertad religiosa. Algo que entendía de derecho natural para el individuo y para el buen gobierno de la sociedad. No estaría de más que nuestros políticos municipales, se ilustraran mejor en teoría política más allá de sus dictados panfletos de partido y prejuicios personales o causas pendientes en modo particular con lo divino. De igual modo me cuestiona el estado de laxitud pública que manifiesta nuestra "levítica sociedad zamorana", como definió acertadamente un paisano nuestro versado en letras. Tanta Semana Santa, tanta cofradía, tanta tradición, tanto ciudadano de bien, ?, que ni se han anticipado al respecto con una reflexión pública de la conveniencia del lugar para tal acto. Entiendo que responda simplemente al estío del final del verano, porque la tan cacareada libertad de expresión no es esto.
Quizá la explicación sea una vez más la ignorancia. Puede que alguien relacione los títulos de algunos temas de estos grupos (Domund, He visto a la virgen, Virgen del Culo, Monja,?..) con el lugar?. Desacertada taxonomía. Simplemente quisiera desde estas líneas solicitar a quienes nos representan, mayor sentido de lo público. Pedir al resto de la sociedad, no que recojan firmas, sino que sean críticos con lo que cada día acontece delante nuestro en esta sociedad que formamos todos y compartimos en concordia, donde la libertad de expresión nunca puede construirse sobre la provocación. Salustio decía que "la concordia hace grandes a los pequeños estados, mientras que la discordia destruye los imperios más poderosos". Que unos lean algo más de teoría política. Que otros seamos más sensibles a lo que conforma nuestro espacio social. Ello nos ayudará, seguro, a todos para el buen gobierno y efectos en la ciudad.
(*) Profesor de Historia del Derecho, Filosofía Jurídica, Moral y Política en la Universidad de Salamanca