Es mi costumbre ir de vez en cuando a Zamora, aunque la última vez hace muy pocos días me encontré que " alguien" había arrancado y robado el busto de bronce del primer rey de Portugal Alfonso Enriques, que se encontraba delante de la fachada principal del edificio hispano-luso ( antiguo convento de S, Francisco).Por ello, siento una gran indignación y vergüenza ajena ante los vecinos portugueses. Portugal nació por desgajamiento de la Corona de León, ya que el monarca
Alfonso VI cedió a su hija Teresa y a su esposo el Conde de Borgoña toda la parte norte del país vecino. Alfonso Enriques fue armado caballero en la Catedral de Zamora en 1125, y tras la batalla de Ourique contra los almorávides, fue proclamado rey en 1143 mediante la firma del "Tratado de Zamora" con el apoyo del monarca leonés y de Juan Peculiar arzobispo de Braga. La gente de esta zona de Portugal y la población de Zamora de entonces eran culturalmente iguales, es decir participaban prácticamente del mismo universo simbólico, (y la cultura no es más que los símbolos en acción),
De nuevo más adelante en 1197, se firmó entre Fernando IV de Castilla tutelado por su madre María de Molina por ser menor de edad, y el monarca portugués Dionisio I el "Tratado de Alcañices" que dio lugar a la frontera más antigua de Europa.
En la actualidad, somos dos sociedades que vivimos de espalda, que no colaboramos entre nosotros y practicamos la indiferencia, cuando históricamente como vemos la conexión ha sido muy cercana.
El Instituto hispano-luso de Zamora (además de ser una buena obra arquitectónica) puede tener posibilidades de crear nexos de unión y de respeto entre ambos pueblos. Aunque si alguien comete atentados de este tipo, solo para obtener con la fundición del bronce unos pocos euros, sin respetar para nada la obra artística, la labor de colaboración ,y por supuesto la carga simbólica que supone este tipo de acciones, la cosa se pone difícil.
Los hombres nos diferenciamos de los animales en varias cosas, pero quizá la más importante es la capacidad de simbolizar, por ello cuando hay "individuos" que pisotean este universal, es porque están más próximos al mundo animal que al humano.
Aparte de la labor de la policía, pienso que Zamora no debería permanecer indiferente ante este hecho, y se tendría que organizar algún tipo de manifestación o desagravio, los medios de comunicación local deberían enfatizar en problema, o de una vez por todas los carteles turísticos, los prospectos para visitar la ciudad, e incluso las cartas de los restaurantes se podrían poner en portugués.
Pascual Úbeda
