La titulitis ha sido desde hace muchos años un mal endémico en España. La Real Academia Española de la Lengua que por algo brilla, fija y da esplendor define la titulitis como "Valoración desmesurada de los títulos y certificados de estudios como garantía de conocimientos de alguien". Los títulos no garantizan los conocimientos. Conozco a un pastor de Fornillos de Fermoselle, que tiene más conocimientos que muchos de estos políticos que viven la guerra encarnizada del universo máster.

La titulitis en España va mucho más allá de la definición que realiza la RAE. La fea costumbre de inflar el currículum, posiblemente por vanidad, no es cosa única y exclusivamente de los políticos, si se buscará en profundidad en el curri de mucha gente de prestigio, de renombre, se descubrirían irregularidades de todo tipo. Sólo que la Universidad Rey Juan Carlos ha batido el récord y ahora parece que también la Camilo José Cela.

Hay que reconocer que el "cante" lo han dado los políticos casi en exclusiva. Este asunto es anterior a Cristina Cifuentes que hizo uno de los ridículos más espantosos que se recuerdan. Esto viene de más atrás en el tiempo. Esto viene de antes incluso de Zapatero cuyo bagaje académico consistía en una discretísima licenciatura en Derecho por la Universidad de León. Sabiendo lo que ahora sabemos y que incluye al presidente de la moción, y lo que nos queda por saber, puede muy bien decirse que la llamada "burbuja curricular" ha estallado. A muchos les ha estallado en todo el morro.

Si es verdad que el mérito académico se valora poco en España, a santo de qué ese afán por mentir e inflar esa tripa que tiene el diámetro que tiene y pare usted de contar. Ada Colau es la alcaldesa de Barcelona sin haber terminado la carrera. José Montilla llegó a presidente de la Generalitat sin tener siquiera el bachillerato. Y todavía con más anterioridad, a José Luis Corcuera no le hizo falta más título que su militancia fiel en el Psoe para llegar a ministro del Interior. Entonces, ¿por qué este rebrote de la titulitis, fundamentalmente entre la autoexcluyente clase política?

Toda la madrugada del jueves al viernes, Moncloa ha estado trabajando en el asunto del presidente de la moción, a las seis de la mañana avisaban a los medios de que lo harían público a las ocho o las nueve. Da que pensar. Lo sacarán adelante porque la maquinaria se ha puesto a funcionar con presteza. Así y todo, quienes entienden dicen, aseguran que "un tribunal endogámico, de bajo perfil académico, la mayoría de escasa experiencia investigadora previa y con algún miembro ajeno a la materia a evaluar" fue el tribunal que valoró la tesis doctoral de Pedro Sánchez presentada a finales de 2012 y que obtuvo la nota de "apto cum laude". El tribunal que juzgó el trabajo tenia todos los inconvenientes para hacerlo y todos los convenientes para los intereses de Pedro Sán

No me cabe duda de que la cosa va a quedar en agua de borrajas, pero la sombra de la sospecha más cierta, pesará siempre sobre un trabajo que dicen los maledicentes, se ha retocado durante toda la madrugas para hacerlo público. Eso dicen. Ninguno de los miembros del susodicho tribunal, algunos amigos y conocidos personales de Sánchez, resiste la prueba del algodón. Pero Sánchez no se arredra. Para dar la cara tiene un equipo y unos ministros, algunos de ellos afectados también de titulitis.