Y la luz se hizo. Según el libro del Génesis bastaron estas palabras con las que Dios creó la luz al principio del mundo para que todo lo alumbrara. Ojalá que esa luz ilumine a los que dictan leyes, a los que las aplican, a los que nos gobiernan y muy especialmente al señor Guarido, alcalde del Excelentísimo Ayuntamiento de Zamora. Es posible que don Francisco Guarido no haya caído en la cuenta de que los días son más cortos, de que anochece antes y de que en Zamora se encienden las farolas a la hora en la que se encendían en pleno verano. ¿Qué ocurre? Pues que hay calles en esta noble y leal ciudad que parecen boca de lobo a partir de las nueve de la noche. No se ve ni a palpar. Si no fuera por algunos escaparates habría más de un susto, más de un disgusto y más de una caída.

No es de recibo que sea el siempre maltratado comercio de Zamora el que, para más regodeo, preste la luz que paga religiosamente al Ayuntamiento. Un Ayuntamiento que en los últimos años, es decir, de Rosa Valdeón para acá, no ha tenido precisamente un comportamiento generoso y solidario con ellos, los más perjudicados, los que más han sufrido en sus carnes la crisis, los dejados de la mano de la Administración, los que para abrir su negocio o remodelarlo se han visto y se han deseado porque con Urbanismo se ha topado en esta ciudad que agoniza.

Las quejas se multiplican tanto en el seno de Azeco como en la CEOE, a decir de algunos empresarios. La patronal debería actuar.

Las calles de Zamora no pueden estar como boca de lobo. Los zamoranos nos merecemos la atención preferente del Ayuntamiento. No podemos ser tratados como ciudadanos de tercera con respecto a otras capitales de provincia de nuestra comunidad autónoma. No se trata de ahorrar, se trata de servir. Al señor Guarido le entró desde su llegada una fiebre ahorradora descomunal y en ello sigue. Craso error. El dinero del Ayuntamiento está para ser gastado en favorecer a la ciudad y a sus ciudadanos, no en engordar a bancos y cajas que bastante gorditos están. Para lo que nos ofrecen, se les trata a cuerpo de rey.

Todos los años pasa lo mismo, lo que habla de la ausencia de previsión del Ayuntamiento. Todos los años la misma copla, la misma queja, pero sin resultado alguno, sin respuesta por parte de la autoridad municipal. Un poquito más de previsión para evitar males mayores y menores no les vendría mal. Se reacciona tarde y mal y así no se puede ni se debe gobernar. Lo vengo diciendo con asiduidad, no es lo mismo predicar desde la oposición, señor Guarido, que dar trigo desde el Gobierno del Ayuntamiento. En este particular capítulo de ruegos y preguntas, le acerco el ruego de cientos de zamoranos que hago mío. Por favor, hágase la luz en las calles. Muchas gracias.