Las cifras cantan por sí solas. A través del mar Mediterráneo, han llegado a España alrededor de 240 migrantes al día en los últimos 76 días transcurridos desde el 31 de mayo hasta el 15 de agosto. El dato lo ha ofrecido la Organización Internacional de Migraciones que se ocupa y preocupa de estos menesteres. Según el nuevo balance publicado por esta organización, desde el 31 de mayo han llegado a España por el mare que antes era nostrum un total de 18.200 personas. Ese periodo de tiempo ha sido el "más activo" desde que la citada organización comenzó a realizar las estadísticas de llegadas.

El problema no es que vengan, el problema se plantea una vez que están aquí, en suelo español. Y ahora, después de la calurosa acogida verbal de algunos dirigentes de izquierdas y separatistas, ¿qué? Ahora, ¿qué se hace con esta gente? ¿Van a ser los habitantes permanentes de los centros de acogida o se les va a dar un trabajo, un sueldo, un hogar, clases gratuitas de integración y a vivir que son dos días?

Porque esa es otra. Muchos de los que llegan a nosotros y que profesan el Islam, quieren imponer sus costumbres y tradiciones. Y como hay una parte tan tonta, tan sumamente tonta, de la sociedad española, algunos y algunas son capaces de tragar por el burka, por la sharía, por la violencia de género que en algunos sectores del mundo árabe se practica con total libertad y por todo lo demás que lleva aparejado el Islam. A ver, algunos y algunas tienen que demostrar su pluralidad y su buenismo aceptando ciertas costumbres inaceptables. Van a mandar al carajo tanta lucha por la igualdad y tanta gaita.

Encima, algunos sectores de la sociedad española son imbéciles de solemnidad. Cuan poco se hace por el pueblo saharaui que es más nuestro que ningún otro, y cuanta contemplación con los migrantes, que no refugiados, subsaharianos. Cuántos de ellos llegan, como ha ocurrido en Bélgica, solicitando el estatus de 'refugiados' y en cuanto están un tiempo en el país de llegada y acumulan euros suficientes, gracias a las ayudas públicas, vuelven a los países de los que presuntamente salieron huyendo. No me estoy inventando nada. La prensa belga lo ha contado por activa y por pasiva retirándoles incluso el permiso de residencia. Cuántos de ellos vuelven a sus países de origen desde otros limítrofes al de acogida, para no ser detectados por las autoridades belgas que se han visto obligadas a cerrar acuerdos con Holanda y Alemania, para evitar el engaño.

¿Está Europa preparada para esta avalancha humana? ¿Esta España preparada para incrementar de esa forma tan brutal su población? Hay que pensar con perspectivas de futuro y no dejarse llevar por el calentón del momento, por esa falsa caridad o esa falsa solidaridad que algunos aplican al hecho y que les desaparece al cabo de unos días. No he vuelto a ver a un solo ministro de Sánchez, acudir a hacerse la foto con la cantidad enorme de 'argonautas' que llegan todos los días a las costas españolas, preferentemente Algeciras. Oiga, usted no se ha preguntado alguna vez ¿por qué no llegan pateras a Gibraltar teniendo como tiene más oportunidades que España, unos buenos servicios sociales y todas las opciones para convertirse en destino de inmigrantes y refugiados? Sírvase usted mismo.