El buen profesional, el óptimo cargo público, el idóneo responsable de una organización, o de otras personas, etc., debiera exigirse el conocer todo aquello que contribuya a tener una información actualizada sobre las materias propias de sus respectivas competencias para cumplir con un mínimo de eficacia, de eficiencia, de dignidad personal y laboral las tareas que tengan encomendadas resolviendo con más probabilidad de acierto los problemas, deseos, aspiraciones y expectativas de quiénes las tengan planteadas; contribuyendo al bien común ya la felicidad de sus semejantes; que, a tales fines, les remuneran económicamente, o bien satisfaciendo lo que "les dicta la conciencia".

Es por todo ello, que el consultar en la prensa diaria aquellos artículos y noticias relacionados con su ámbito laboral; el conocer la última bibliografía sobre dicho particular, el verificar las páginas webs de su oficio o profesión, el estar suscrito a revistas del objeto de su labor profesional, el formar, o participar, en blogs, chats, el asistir a jornadas, congresos, seminarios, cursos de actualización, el aportar sus experiencias, pareceres y propuestas en colaboraciones periodísticas, en publicaciones periódicas, en textos bibliográficos, etc., posibilitará el análisis sereno, riguroso y exhaustivo de su quehacer, la aportación de sus saberes para compartirlos con los demás, el adquirir y conocer otros puntos de vista que enriquezcan la propia perspectiva, lo que requiere el intercambio de conocimientos, evitando egoísmos de todo tipo, como las "filias y fobias", los malquereres entre "compis"; las envidias, el cotilleo, la difamación, la calumnia, la falsa imputación de conductas; etc.; pues, normalmente, se trabaja en equipo, o bien nuestras propias tareas están relacionadas con otros profesionales a los que se les exige, y se debieran exigir, un nivel de sentido del deber, para que fluyan con agilidad en el ejercicio del conjunto de competencias de los "hunos y de los otros"; pues ese proceder va "incluido en el sueldo"; aunque los demás no nos gusten ni física, ni personalmente. Se cobra por el bien hacer, no por la ponderación estética ni emocional de los demás.

La racionalidad, la empatía, la educación, el respeto propio y ajeno, el corresponder a lo que recibimos obliga a dar de sí todo lo que podamos, actitud que deseamos de los demás hacía nosotros mismos; lo que contribuirá a que todos seamos más felices, que es "de lo que se trata"

Por eso el negar el saludo groseramente, el "hacerse el despistado, aludiendo a una gravísima enfermedad degenerativa nerviosa" cuando se le recrimina al elemento tal actitud; el pedir un funcionario dinero, o decir que no se trata con los auxiliares administrativos, por tramitar un expediente de su competencia; que saben datos personales de otras personas por su acceso a la base informática correspondiente, a pesar de la normativa reguladora de la protección de datos personales, como el Reglamento "ad hoc", en base a la normativa europea; en vigor desde el 25 de Mayo de este año; etc.; son algunos de los ejemplos de la vida real, que descalifican personal y profesionalmente a estos sujetos/as; y cuestionan cómo y por qué accedieron a la función pública, en detrimento de otras personas con "mérito, capacidad, honradez, espíritu de superación, sentido del deber, consideración hacía los administrados, ciudadanía, etc.". Totalmente de acuerdo con lo que piden y reclaman las asociaciones de empresarios de agilidad en la tramitación administrativa y Administraciones Públicas que trabajen, sean las menos posibles, y contribuyan a facilitar el cumplimiento de las leyes de las actividades económicas, empresariales y personales

Todo ello nos lleva a cuestionarnos la existencia de determinadas Administraciones Públicas, especialmente de ámbito territorial provincial, pues el "general de los mortales" ni sabe que planes de actuación tienen, si evalúan sus quehaceres, si se arbitran medidas correctoras después del necesario análisis de los resultados de su actividad; de como ponderan la posible necesidad de personal, de los requisitos y competencias que deben de tener, de si utilizan modernos procesos de su selección que tengan en cuenta además de conocimientos de Derecho Administrativos, su personalidad, su psicología, su talante, etc?Y por supuesto que no "metan a enchufados", ni les "pasen los exámenes y sus contestaciones" a quienes la clase política quiera "colar" "como agradecimiento a los servicios prestados de todo tipo, inclusive personalísimos".

Y no cambiaremos, y sí descalificaremos y ofenderemos a quienes "cantan la verdades del barquero"?¡Qué tropa¡

Marcelino de Zamora