quiero comenzar en este día festivo, 15 de Agosto, pidiendo un favor, fundamentalmente a todos cuantos van a hacer uso de la carretera: prudencia. Máxima prudencia al volante. Si beben, por favor, no conduzcan, y no es un chiste. Aparquen el móvil en la guantera y déjense de provocar a la muerte. No se pueden soportar, sólo en lo que va de mes, las cifras de muertos por accidente ocurridas en las carreteras de España. Zamora tampoco es ajena a esa luctuosa estadística.

Quiéranse, aprecien sus vidas y no las pongan en juego tontamente. Y esto va para conductores de todas las edades y sexos, sobre todo para los más jóvenes. Aquellos que creen que un accidente le pasa al otro pero a ellos no. Que nadie juegue con las drogas de la forma que algunos lo hacen y por supuesto tampoco con el alcohol que embota el cerebro. El uso del teléfono móvil al volante, el consumo de alcohol y de drogas y el exceso de velocidad continúan siendo las principales causas de los accidentes de tráfico. Son los auténticos jinetes del apocalipsis para miles de conductores, causantes directos de los más de 50.000 accidentes al año que registra España y que provocan la muerte de más de 1.500 personas, de los que cerca de mil son jóvenes.

El primer fin de semana de agosto dejó once muertos y doce heridos en carretera. La cifra ha seguido su progresión más indeseada. No quisiera ver mañana en las páginas de nuestro periódico, la noticia de uno o varios siniestros mortales con jóvenes como protagonistas. No quiero que Zamora pierda más jóvenes, sobre todo de esa manera trágica. De los que se van en busca de nuevos horizontes siempre queda la esperanza del retorno. Los que fallecen en carretera, lamentablemente no pueden volver, vuelven a la tierra pero de una forma que ni pensar quiero.

No puedo entender que con las estadísticas que se manejan, las advertencias diarias sobre la siniestralidad que producen las drogas y el alcohol, algunos jóvenes sean tan inconscientes y se atiborren hasta el punto de dejar de ser ellos mismos para convertirse en un arma mortal. Porque no olvidemos que, además de sus vidas, pueden hacer perder la vida a otros debido a esa conducción que se torna temeraria cuando drogas y alcohol mandan.

No hay un solo pueblo de la provincia que no arda en fiestas. No hay un suelo pueblo de la provincia donde no se celebre la Virgen de Agosto y San Roque. No hay un solo pueblo donde el jolgorio no esté asegurado. Que todos sumen para divertirse, que todos participen, pero si deben ponerse al volante de un coche o de una moto, que reflexionen, que no lo hagan, que duerman en el interior del vehículo hasta que se les pasen los efectos, pero que no sean carne de estadística. Que todas las noticias que aparezcan en nuestro periódico sean relativas a la alegría, a los festejos, al divertimento, a las ocurrencias de peñas y jóvenes, a todo eso que da vida y alegría a los pueblos en agosto, pero que no se pueda dar cuenta de un solo accidente.

Esa será la mejor noticia de la fiesta que tantos han trocado en puente y que se convierte en el eje sobre el que gira la noticia en la provincia. Por favor, si se ponen al volante extremen el cuidado, vayan con mucho cuidado, sin distracciones, sin móvil y con la cabeza bien despejada. Quiéranse aunque sea un poco. Mañana si Dios lo quiere, cuando pase lista, no quiero poner falta. Gracias.