Ayer jueves 2 de agosto el Centro de Investigaciones Sociológicas publicó su último Barómetro, correspondiente al mes de julio de 2018. El estudio muestra algunos datos que, más allá de la intención de voto, resultan de interés para conocer la evolución de la sociedad española. Algunos de estos datos son los siguientes:

Por lo que se refiere a las preocupaciones de los españoles, el paro continúa siendo la principal, pero cada vez con menos peso; desde hace algo más de tres años esta preocupación ha ido descendiendo y así ha pasado de un 81,5% en abril de 2015, a un 64,3% en julio de este año. Destaca también que parece atemperarse la preocupación por las pensiones, en tanto que la importancia de dicha preocupación misma no ha dejado de caer en los últimos meses, mientras que se incorpora con fuerza a la agenda política la emigración, una preocupación que era residual desde el inicio de la última crisis económica. Así, el fenómeno migratorio ha pasado de preocupar a un 3,5% de los españoles en junio a hacerlo a un 11,1% en julio. Habrá que ver cómo evoluciona la materia en los próximos meses para ver si es un incremento coyuntural o no.

Casi un 20% de los españoles califica como buena o muy buena la gestión de las primeras semanas del gobierno de Pedro Sánchez. Como es de esperar, esta cifra se dobla entre los votantes del PSOE hasta alcanzar un 40,7%. Sin embargo, este dato ha de ponerse en relación con otro datos relevantes: para casi dos de cada tres españoles, el presidente Sánchez inspira poca o ninguna confianza. Esta desconfianza en la figura del presidente es mayoritaria entre los votantes de todos los partidos excepto en los votantes socialistas, si bien es interesante reseñar que casi uno de cada tres votantes de Sánchez manifiestan también poca o ninguna confianza en el presidente.

En cuanto a la forma de organización territorial del Estado, la postura más apoyada por los españoles es la de mantener un Estado con Comunidad Autónomas como en la actualidad, sin más ni menos autonomía. Se trata de una postura apoyada de manera clara por los votantes del PSOE (apenas un 15% de los mismos quiere más autonomía para las Comunidades), mientras que entre los votantes del PP son mayoría los que prefieren un Estado unitario, sino Comunidades Autónomas.

Finalmente, y por lo que respecta a la importante ventaja que el sondeo otorga al PSOE respecto del PP en cuanto a intención de voto, hay que señalar que una parte importante de la misma se debe al efecto halo que causó la llegada del equipo de Sánchez a Moncloa, por lo que habrá que ver si se mantiene en los próximos meses, una vez que se reinicie el curso político, ya con un nuevo liderazgo en el PP. Hay que tener en cuenta que el trabajo de campo se llevó a cabo a principios de julio, con el gobierno casi recién nombrado, en un momento especialmente dulce para los socialistas y en pleno proceso de primarias populares. Tanto es así, que los españoles, fascinados por esta nueva etapa, estaban hace un mes reconstruyendo su recuerdo de voto: si en las elecciones del verano de 2016 el PP sacó más de once punto s al PSOE, los españoles ahora declaran, empero, que aquellas elecciones las ganaron los socialistas por más de cuatro puntos al PP. Y es que desde hace unos años sabemos que, más que seres racionales, somos sujetos postsoberanos, como nos llama el profesor Arias Maldonados y estamos llenos de sesgos. Uno de ellos, y no el menor, es nuestra capacidad de reescribir el pasado para adaptarlo mejor a la sensibilidad de nuestro presente. Y las encuestas, como siempre, están ahí para recordárnoslo.

(*) Director de Asuntos

Públicos de ATREVIA