Todo ocurrió entre el 19 y el 26 de julio del 711, hace 1307 años, cuando ejércitos compuestos por tropas bereberes y árabes invadieron el reino de los godos de Hispania, y a partir de entonces las hordas musulmanas dominaron la práctica totalidad de la Península Ibérica. En el río Guadalete se enfrentaron los ejércitos del reino visigodo de Hispania, capitaneados por el rey Don Rodrigo, contra el ejército compuesto de árabes y bereberes al mando de Tarik Ibn Ziyad. La batalla se resolvió con la aplastante victoria musulmana suponiendo el inicio del rápido sometimiento de casi todo el territorio de la Península Ibérica.

Tarik había desembarcado el año anterior con una expedición de tanteo con unos cuatrocientos musulmanes. El 27 de abril del 711 hizo el definitivo desembarco en Tarifa, tras el que ordenó quemar las naves. Gibraltar, una de las dos míticas columnas de Hércules, fue nombrada como derivación del árabe "montaña de Tarik" en memoria de aquel general que dirigió el desembarco.

En la batalla de Guadalete murieron muchos nobles godos, incluso el propio Don Rodrigo. Tarik completó esta victoria con una segunda en Écija. Aunque antiguamente los reyes visigodos se llevaban sus tesoros a la batalla, no es probable que Don Rodrigo llevara el tesoro real. Tarik continuó hasta Toledo y allí encontró el tesoro real; le resultó difícil llevárselo, ya que las autoridades de Toledo solo estaban dispuestas a entregar una parte como pago de servicios prestados. Según la leyenda, entre este tesoro se encontraba la "Mesa de Salomón".

Fue por entonces cuando un grupo de fieles sacaron de Toledo los restos de San Ildefonso con intención de que no cayeran en poder de los musulmanes. En su marcha hacia el noroeste con tan preciadas reliquias llegaron a Toro, donde estuvieron dos días en la ermita de Santa María la Blanca, un pequeño templo que luego formó parte del Convento de Predicadores, que posteriormente se llamó San Ildefonso y más tarde Santo Domingo.

En el 718 los restos de San Ildefonso llegaron a Zamora y fueron depositados en la que entonces se llamó Iglesia de Santa Leocadia, en memoria de la de Toledo en la que había estado sepultado el Santo desde su muerte en el 667.

Entre tanto, los árabes llegaban a ocupar la comarca que fue conocida como la "maragatería", que, aunque es la actual Astorga en la provincia de León, por entonces formaba parte de la zona zamorana. El término maragato procede del latín "mauricatus", moro, o moro-hablante. También, según el arabista M.D`Ozi, era la comarca "malacutia".