UNO. Advertimos algunos hace tiempo que el PP debía andar con ojo si abría ventanas, después de tantas décadas con ellas cerradas. Porque podía pasarle como en las tumbas egipcias o similares cuando las abren por vez primera: la repentina entrada de aire fresco hace que las momias se desvanezcan como el polvo que son. Jaja. Pues tal cual, oye. Han querido modernizarse; o mejor, han tenido que hacerlo porque Rajoy se les fue sin hacer ni el menor testamento, han convocado seudo-primarias internas, han tenido que actualizar el censo para el voto y, oh prodigio, sus legendarios más de 800.000 afiliados y pico se han desvanecido como polvo en el aire. Por más que cuentan y recuentan, solo hallan el pico, unos 60.000, pero de los otros 800.000 ni rastro. Y de esos 60.000 afiliados reales, que pagan su cuota, un tercio largo son cargos públicos; esto es, los que viven del propio partido. Vaya, vaya, con el gran partido de masas de la derecha. Hasta en eso nos estaban mintiendo. No borraban de su presunto censo ni a los que morían. ¡Jajajaja?! Al final, como Ciudadanos, son un partido de cuadros; o sea, de cargos o aspirantes a ellos. Y eso, la verdad, encaja bastante más.

DOS. Y hablando del PP, sus cuitas internas, sus seudo-primarias y su búsqueda de nuevo líder, me tiene sorprendido Maíllo. No acabo de entender que un sin sustancia como Casado se haya atrevido a presentar su candidatura y no lo haya hecho el zamorano, con más experiencia, con menos escrúpulos y con buena parte de los resortes internos del poder en sus manos como Coordinador General del PP (que viene a ser el verdadero Secretario General, porque Cospedal andaba a otras cosas). Casado no para de repetir que él no es la "liebre" de nadie. Y como no he leído que nadie le haya acusado de serlo, me da que sin querer está confesando. ¿Quién lanzó al más pardillo a esta desigual pelea contra Sáenz de Santamaría, Cospedal y Margallo? ¿Quién le calentó la cabeza hasta hacerle olvidar que con sus líos de master ya tenía bastante como para entrar en este fregado del que va a salir más que trasquilado? Ay, ay, ay, qué malvado ese zorro con nombre propio que hizo creer al de Ávila que era la liebre más veloz del partido. Eso no se le hace a un amigo. También me pareció gracioso que Casado viniese a Zamora y dijese a los peperos locales que Maíllo sería lo quisiera si él ganaba. "No creo", pensé yo: "porque lo que Maíllo quiere, ganes o no, es ser presidente del PP". Total, solo está ya a dos escalones.

TRES. Me detengo por último en otro detalle derivado de la visita electoral de Pablo Casado a Zamora. En su fallido afán por lograr el apoyo del dirigente zamorano, llegó a decir que el expresidente de la Diputación es un político que gusta menos de las moquetas que el barro. Y ahí, la verdad, la carcajada que me hizo soltar el humorístico candidato fue de aúpa. Ya supongo que no es culpa suya. El dice lo que habrá oído, lo que habrá escuchado del propio Fernando Martínez-Maíllo Toribio (ahora por lo visto se hace apellidar así, con guión y dobles apellidos). Este ha vendido por Madrid su origen rural y hasta su alcaldía de pueblo minúsculo, en Casaseca (seguro que sin explicar en detalle como accedió a esa alcaldía), para contraponerse a la legión de políticos de vivero, hechos en el partido, que no pisan calle ni a la de tres. De estos últimos, por cierto, es representante genuino el propio Casado, de profesión PP. Ahora bien, los que hemos conocido a Maíllo desde que se estrenó en política, como concejal de Deportes del alcalde Vázquez, sabemos cuánto barro y cuánta moqueta ha pisado. ¿Quieren saberlo? Pues nada de lo primero, salvo alguna visita simbólica a pueblos, cuando representaba a la Diputación, y todo de la segunda. Pero ojo, que lo digo sin pizca de acritud. Que va, que va. Quienes me conocen saben que soy un gran fan de Maíllo, por más que ideológicamente esté en sus antípodas. Es un fenómeno, digno de estudio; un crack. Y gane quien gane las primarias en el PP, verán como al final gana él. El que me da pena es Casado. Y Cospedal, que aun no se ha dado cuenta de que el partido hace tiempo que se le fue de las manos. Así que voy a por más palomitas, que la desternillante peli del PP opositor apenas si ha comenzado y me lo estoy pasando bomba. ¡Jajaja?!

(*) Secretario de Organización de Podemos Castilla y León